Pendientes del sí del emperador de seda. El estratega cántabro Quique Setién, que hoy regresa a los entrenamientos de la UD en Las Burras, tras el parón navideño, debe mover ficha. Peón cuatro rey. En su mesa, ya respira la propuesta de renovación de la dirección deportiva hasta junio de 2018 -una campañas más-. Con un ajuste al alza de su salario [en consonancia con los baremos de austeridad y rigor de la UD], desde la zona noble de la entidad son optimistas. "Afrontamos esta situación con tranquilidad (...) Creemos que se quedará", determinaban ayer a este medio.
Amante de la filosofía del toque y con una partitura de acero, Setién ya mostró sus cartas en la previa del pulso liguero ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón (16 de diciembre). Detalló un panorama idílico. Otro 'empujón' y aliento para los optimistas. "En la Isla, soy feliz y estoy encantado. Soy un hombre de palabra, cuando llegue a un acuerdo con la UD, no me moveré. Aquí estoy muy a gusto en el club, me siento valorado y querido".
Once días después, de la declaración de amor del arquitecto de la UD, que cautiva al planeta por su propuesta, el presidente Miguel Ángel Ramírez ofrecía más pistas: "Estamos encantados con Setién, pero nuestra política de gestión es clara. Jamás alteraremos nuestros límites (...) Si a Quique le cuadran los números de la UD, y él ha dicho que no es una prioridad el dinero, no tendría que haber problema. Pero si por casualidad nuestro míster entiende que la oferta no es suficientemente importante; no pasa nada, si se va, buscaremos a otro".
Caché y sello atractivo
Con 54 partidos en la UD, Setién ya no es el técnico osado del CD Lugo. Su etiqueta barroca -258 duelos con el gallego- se ha quedado corta. Ahora ha disparado su cotización con veinte triunfos. Es el comandante jefe de la galaxia de plátano. Logró extraer el máximo rendimiento de activos como Viera, Roque Mesa, Vicente Gómez o Tana. El Atlético lo tiene presente para liderar la 'era post-Cholo Simeone', sin olvidar la obsesión del Real Betis por el estratega cántabro. Tras el primer intercambio de impresiones, la negociación luce un aura de optimismo. Setién, a sus 58 años, y con la compañía de Eder Sarabia como segundo, es una pieza codiciada en los banquillos de la mejor liga del mundo. Pero en su corazón, la llama de la pasión amarilla sigue latiendo. En manos del destino del balón, esta mañana regresa a la oficina de Las Burras. Le esperan en el horizonte Atlético (3 de enero) y Sporting (7). Y una firma en busca de su tercera campaña, al volante del fórmula uno.
