"Casi todo lo que yo he hecho y lo que he aprendido ha sido prácticamente de ellos". Con esa rotundidad, sin vergüenza y sí con admiración, Quique Setién, técnico de la UD Las Palmas, se refería al FC Barcelona en una entrevista concedida a El Transistor de Onda Cero. Tratar siempre al balón con mimo y hacer de él el elemento por el que pase todo el fútbol es la premisa principal. A través de su posesión y de hilarlo entre los once jugadores sobre el césped es como la idea pasa a convertirse en realidad.

Una tesis donde UD y Barça, próximo rival en LaLiga de los grancanarios, coinciden. El Camp Nou vivirá la batalla por el balón. Ningún otro equipo en la competición nacional tiene los registros de posesión del esférico sobre el césped que presentan UD Las Palmas y FC Barcelona.

Porque el equipo de Luis Enrique lidera la clasificación en este apartado estadístico con el 62.7% del tiempo del partido con el balón en sus pies; los de Setién le siguen justo después, segundos en esa lista con un 57.7% del dominio del cuero durante sus partidos. Unos datos que reflejan cómo se toman esto del fútbol ambas plantillas.

Porque ni Barça ni UD entienden su juego sin el balón. En la entrada de este siglo Frank Rijkaard se encargó de recoger el testigo de su compatriota Johan Cruyff; Guardiola elevó el fútbol del equipo catalán a la excelencia y ahora Luis Enrique, en uno de sus momentos más turbios desde que cogió el timón del club desde el banquillo, sigue por esa senda. Una manera de entender el fútbol inspiradora, incluyendo al propio Quique Setién.

Algo más de un año después de su llegada a la Isla, la UD sabe a lo que juega, tiene un patrón de fútbol definido. El tridente que forma Roque Mesa, como pivote farol en el medio, acompañado por dos volantes, Viera y Vicente, es una máquina de hacer fútbol. Todo edulcorado con la presencia de Tana o Prince Boateng, engranajes perfectos en un equipo que empieza a jugar de memoria al fútbol. Calar en un equipo deprimido hace menos de un año para estar convencidos de cómo salir de aquella situación a través del balón es a día de hoy el gran aval del técnico amarillo.

Correlativamente, el acierto de la UD Las Palmas en sus pases está al nivel del de su posesión del balón. Los amarillos clavan el 84.5% de cada balón enviado, en una media de 552 pases por partido -segundo que más da-. Un porcentaje que les hace estar terceros en esa clasificación, por detrás del Barça, segundo con un 87% de acierto -624 pases de media-, y del Real Madrid con un 87.2% -. Los blancos son cuartos en la tabla de posesión, adelantados por Barça, UDLas Palmas y el Sevilla de Jorge Sampaoli, otro obseso del esférico-.

Una idea madura

En frente, la UD tendrá a un Barça que busca no dejarse más puntos en el camino de LaLiga, competición que se le ha complicado poco a poco, con un Real Madrid infalible. Si en la UD el pivote tiene el nombre de Roque, en el Barça lo tiene desde hace casi una década el de Busquets. El canterano sigue siendo el pilar donde el equipo construye su fútbol. Maestro en la recuperación del balón, desde ahí arranca el torrente de fútbol del Barcelona.

Por delante, Iniesta maneja a su antonjo. Si tiene el día, poco hay que hacer para poder deshacer su fútbol. La reconversión que inició desde hace algunas temporadas para ir dejando la banda primero y después la zona más influyente del área ha sido efectiva. Cada vez más, el Barça le necesita para hacer fútbol. Todo macerado con el buen toque y despliegue de Ivan Rakitic, sin tanto verso, pero acoplado al mecanismo de un Barcelona que en su '10' lo redondea todo.Porque ver a Leo Messi trenzar desde el centro del campo para dar vía libre a Neymar y a Luis Suárez asusta.

Si se siguen rastreando estadísticas de juego aparece la primera gran diferencia entre uno y otro equipo, cortados por ese patrón futbolístico similar. Se trata de los golpeos a portería donde se evidencia la diferencia notable de calidad en el frente ofensivo de uno y otro equipo. Porque el Barça remata más de quince veces por partido en busca del gol (2º que más lo hace en LaLiga tras el Madrid con 16.6 disparos de media), mientras que Las Palmas aparece en la parte tibia de esa tabla (13º, 10.7 golpeos por partido).

El reto de discutirle la posesión al Barcelona en su propio estadio parece casi una osadía. Sin embargo, la UD no entiende el fútbol de otra forma.