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Un inicio de año accidentado

Ocho jugadores de la UD han pasado por la enfermería durante el arranque de 2017

Un inicio de año accidentado

La mala suerte se ha cebado con la Unión Deportiva Las Palmas en forma de lesiones. El conjunto amarillo está sufriendo una plaga que le está afectando especialmente en la línea defensiva. Hasta ocho son los jugadores que en este comienzo de 2017 han visitado la enfermería amarilla.

Ante el Atlético de Madrid, en la Copa del Rey, Hernán Santana fue el primero en caer. El de Zárate, tuvo que pedir el cambio tras sufrir una lesión muscular en el gemelo izquierdo, una microrrotura que lo tuvo varias semanas alejado del terreno de juego justo cuando volvía a entrar en los planes de Setién. Todos tras la recaída que sufrió a comienzos de temporada de su lesión en la rodilla. Junto a Hernán, a la enfermería amarilla tuvo que acudir Dani Castellano, con problemas en la ciática con la reapertura de una cicatriz anterior que le hizo perderse el partido ante el Barcelona en el Camp Nou.

Por la camilla de los fisiterapeutas, esa misma semana también tuvo que acudir Pedro Bigas. En su caso al principio se temió lo peor, pero afortunadamente todo quedó en un golpe en la rodilla. Aunque este pasado fin de semana tampoco pudo estar frente al Sevilla por una sobrecarga muscular que lo mantiene al margen del grupo.

Fue en el Camp Nou, en el minuto 34, cuando el capitán David García, se vio obligado a pedir el cambio tras sufrir un 'pinchazo'. El central de Maspalomas sufrió una microrrotura en el bíceps femoral de la pierna izquierda que lo tuvo unas semanas al margen del grupo. En los días previos al duelo contra el Granada, se reincorporó a los entrenamientos con el resto de sus compañeros y ya está disponible para cuando el técnico lo estime oportuno. El último en llegar a la enfermería, pero que tiene un mayor tiempo de baja es Michel Macedo. El lateral brasileño sufre una rotura fibrilar en el recto anterior izquierdo y tendrá que estar entre seis y ocho semanas de baja.

Pero no solo la defensa ha estazo azotada por las lesiones en este 2017. Los centrocampistas amarillos también se han visto afectados por varios percances físicos. El primero en caer fue Momo, con una microrrotura en el psoas del abdomen, que lo ha tenido varias semanas al margen. En el día de ayer, realizó carrera continúa con el readaptador del club, Jesús Suárez, y se espera que poco a poco vaya entrando en la dinámica del grupo.

Por sorpresa, el martes se anunció que Ángel Montoro pasaría por el quirófano. El mediocentro fue intervenido de una meniscectomía parcial del menisco de su rodilla izquierda -la extración de parte del mismo- que lo tendrá seis semanas de baja. Una lesión que le llega en el momento en el que estaba contando con una mayor participación en el equipo y se había convertido en uno de los fijos en el once de Setién.

Estas no son las únicas lesiones que ha sufrido Las Palmas a lo largo de esta temporada.Antes, Javi Castellano, con su lesión en la rodilla y su recaída; Hélder Lopes, con un esguince en la rodilla a comienzos de temporada, o Prince Boateng, con un golpe en la tibia y el peroné se han perdido varios encuentros. Pero es ahora cuando a los fisioterapeutas amarillos se les acumula el trabajo, mientras que Setién cuenta con los jugadores justos para realizar las convocatorias.

Intensidad en los entrenos

Pese a estos imprevistos el resto del grupo continúa entrenando con una alta intensidad en Barranco Seco. Una tensión que ha sufridido en sus propias carnes el entrenador Quique Setién. Ayer, en una acción de un rondo, se llevó un pisotón de David García que le hizo ser atendido por los fisios. Otro de los jugadores que también se quejó de la intensidad de sus compañeros en el día de ayer fue Hélder Lopes, quien fue objeto de una dura falta por parte de Livaja. Por esa acción, el delantero croata se llevó la reprimenda de Quique Setién, quien le indicó que debe pensar antes de realizar las faltas, puesto que en ocasiones lo que hace es darle ventaja al rival.

Tras las dos últimas derrotas hay jugadores que no quieren perder ni en los entrenamientos y uno de ellos es Prince Boateng, que cuando estaban disputando un partidillo en espacio reducido se quejó amargamente de que no le llegaba el balón. Mientras, que Livaja, ante la defensa que le estaba realizando Javi Castellano también se quejó y a su manera dijo, 'aquí estoy yo', llevándose el balón y disparando a puerta. Un partidillo donde Jesé Rodríguez se mostró afinado.

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