Han pasado seis días del estallido de la bomba atómica. Fin a la 'era Setién'. El 30 de junio deja el banquillo grancanario. ¿Cómo digiere el vestuario la renuncia del técnico de la UD a la oferta de ampliación de cinco temporadas? ¿Cómo se ha vivido en la caseta el adiós al técnico de los últimos 68 partidos, y arquitecto de un sello barroco que fue la sensación del campeonato?

Nos mantenemos ajenos a todo lo que ha salido de Setién y el club. Al final, no beneficia a nadie. Ya se tomó una decisión. Fin. Es triste por una parte tras año y medio aquí. Ha encajado a la perfección en el modelo y en la filosofía del club. Lo hizo a la perfección el primer día, como anillo al dedo. Nos hizo mejores a todos; y de igual manera se ganó y gestó un caché en Primera División.

¿Quién gana y quién pierde en ese pulso entre UD y el emperador de seda? ¿Triunfa Setién? ¿Pierde la UD?

No, no hay ganadores. Se trata de un punto y aparte. Setién dejó el listón muy alto; el que venga debe seguir con la misma filosofía. Así como tratar de mejorar a la UD con sus ideas renovadas. El técnico que venga, con su fórmula de trabajo, debe tratar de fortalecer una vez más lo que se ha ganado en año y medio. Debe ser su reto. Ojalá le vaya muy bien al míster [Setién]; pero lo importante es que le vaya bien al club.

Tras la no renovación de Setién y el fin del culebrón del siglo, todos los misiles apuntan al vestuario. La misma película que cuando fueron destituidos Herrera y Lobera. La caseta vuelve a quedar señalada. ¿Le molesta?

Siempre se apunta a un objetivo, y en gran medida se le ha achacado al vestuario el final de la situación Setién. Pero el vestuario siempre ha respondido. Ciclo a ciclo, año a año, la UD ha ido mejorando. Mire dónde estamos, haciendo las cosas bien y admirados por muchos. Que en gran parte, es por el técnico; pero también mucha de la responsabilidad la tienen los futbolistas. Aquí se está haciendo una labor impresionante, los jugadores siempre están dando el cien por cien y no creo que siempre se señale al vestuario.

Los veteranos son el diablo. O eso parece. Siempre que acontece una destitución o salida de un técnico se activa una campaña de desprestigio hacia los pesos pesados. Sin embargo, cuando se conquistó el ascenso del 21-J o se selló la permanencia en mayo de 2016, no hubo elogios para los líderes de la caseta. ¿A usted como veterano le cabrea este panorama?

Los veteranos tienen una responsabilidad. Lo demás, es solo su opinión. Unos lo pueden pensar, otros no. Siempre hay que quedarse con lo bueno, hablo de mí. Desde que llegué [enero de 2011, para iniciar su segundo ciclo de amarillo], siempre tuve la determinación de que este equipo podía ascender. Sabía que se lograría. Y así lo di todo por conseguirlo [junio de 2015]. Simplemente traté de aportar mi granito de arena y así fue. Desde el día que llegué, el equipo está en 'playoff' y la cosa ha ido bien [participó en los tres fases de promoción con Lobera, Josico y Herrera]. Subimos y nos mantuvimos en Primera División. Este año, pues igual. Siempre tratando de aportar lo máximo a este grupo humano. Me quedo con eso; con el sacrificio y no con esa opinión de señalar a los veteranos.

Está a dos partidos de sellar su ampliación de contrato [suma 18 duelos oficiales entre Liga y Copa]. ¿Qué hará tras alcanzar la ampliación automática? ¿Quiere seguir en la UD o se irá al extranjero?

Lo tengo clarísimo: quiero seguir aquí. El club está contento conmigo, considero que me he ganado la renovación. Ya lo dije el año pasado [mayo de 2016], por mi edad y sin comprometer a la entidad lo dejaría en manos a una decisión del club. Es normal que estemos año a año, en este contexto contractual y exista esta cláusula por partidos. Es un cúmulo de elementos. No tengo 20 años (...) El año pasado me gané la renovación. La hicimos, pusimos otro año opcional para seguir, y son dos partidos que están por cumplir. Tengo el respaldo del presidente [Miguel Ángel Ramírez] y del club; están contentos con mi rendimiento. Quieren seguir contando conmigo.

Usted sería el tercer fichaje o la tercera pieza del proyecto 2017-18 tras Juan Carlos Valerón -que regresa como asistente técnico del próximo inquilino del banquillo- y Sergio Araujo -que en junio pone fin a su cesión en el AEK de Atenas-.

No lo veo de tal manera, mantengo la ilusión de apretar año a año. Cada vez hay más nivel, el equipo y sobre todo la entidad manejan un presupuesto más alto. Quieren aspirar a jugadores de un nivel superior. La UD está creciendo. Intento seguir ahí, de ser competitivo. Además está la cantera que también aprieta. Los jóvenes están completando méritos. Desde la experiencia, y desde lo que pueda aportar, estoy ahí. El tema Valerón, era normal. Un acierto del club. Un jugador y hombre de la casa importantísimo. Santo y seña, que le vendrá bien al club. El curso que viene, aparte de la experiencia, brindará carisma dentro del vestuario. Ahí el club, ha acertado de pleno.