A falta de nueve jornadas, el Eibar se ha consagrado como la gran revelación del campeonato. Con 43 millones de presupuesto [el segundo más bajo de la competición tras el Leganés (40)], lucen en su casillero 44 puntos cuando aún hay 27 en disputa. Ya es el mejor guarismo del bloque armero en su historia en la mejor liga del mundo.
Fundado en 1940, y en su tercera aventura consecutiva en la élite, ha dinamitado todas las quinielas. Respira por encima del RCD Espanyol (78 millones de presupuesto), Celta de Vigo (77), Valencia (130), Málaga (70), Betis (66)...E incluso la UD (55), un rival de toque y preciosista, sin la agresividad y la intensidad de esta colección de arrebatos primitivos. Instintos letales.
Con el pistolero Sergi Enrich (10 dianas en Liga y una en Copa del Rey) como ejecutor de oro, el conjunto de José Luis Mendilibar contabiliza ocho victorias en su fortaleza. Y cuatro de mérito como visitante ante Villarreal (2-3), Valencia (0-4), Sporting de Gijón (2-3) y Granada (1-2). El secreto del Santo Grial reside en la 'fórmula Mendilibar'. Con 275 duelos en Primera,el expreparador de la UD Lanzarote encadena su segunda campaña en Ipurúa. Es el marqués de la garra. Una pizarra de alto voltaje.
El valor de la posesión
Con solo un 48,7% de posesión, es el quinto conjunto que más tira de la competición (12,9 por partido). Bajo este telón de acero, la magia de Pedro León marca la diferencia. Fichado por expreso deseo de Mendilibar, está firmando la campaña de su vida. Escorado en banda derecha, define como los ángeles. Habilidoso, incisivo... Tras su paso aciago por el Real Madrid, ha encontrado su paraíso. Es el diamante del Eibar, el activo más determinante con nueve tantos y seis asistencias. Ha sido el responsable de la cifra récord de victorias: doce.
Con el recuerdo de David Silva, que estuvo cedido en el conjunto vasco, durante la campaña 2004-05 en Segunda División -por el Valencia-, Ipurúa es un volcán. Un escenario de barro y fuego. La UD busca dinamitar su depresión foránea ante un sello que levita.
En los dos últimos precedentes del conjunto amarillo en el escenario armero -con aforo para 6.300 butacas-, la UD se impuso en Copa del Rey (2-3) y en el inicio de la primavera de oro (0-1). Pero catorce meses después, el ejército de Setién llega en una situación delicada. Cuestionando su credo barroco. Todo lo contrario que Mendilibar, que regalará metros a los poetas. Para luego, salir a la contra de manera salvaje. Dos políticas antagónicas. La poesía contra el rigor. Espera el colmillo sangriento de un modesto, abrazado a la historia.
