Dragan Skocic, exjugador de la UD Las Palmas, está de regreso en Gran Canaria. Seis años después de su última visita, el croata vuelve a la isla acompañado de su esposa, Madja, "para que conozca esta maravilla y para recordar viejos tiempos. La verdad es que soy un enamorado de la Isla, y hasta estoy pensando en comprar una vivienda para pasar aquí algunas temporadas de descanso. Tengo muchos amigos aquí de mi etapa de jugador. Y hasta me encantan los bocadillos de tortilla esos famosos -y se ríe-, que a ver si los prueba Madja, para que vea qué buenos son".

Nacido en Rijeka hace 48 años (3 de septiembre de 1968), Dragan Skocic llegó a Gran Canaria en la temporada 1991-1992 de la mano del entonces secretario técnico amarillo, José Manuel León. "Tengo contacto con él y en estos días quiero verlo. Él fue quien me fichó y le tengo bastante aprecio", señalaba el croata, que lleva ya varios días en la Isla y estará aún diez o doce más hasta que regrese a Rijeka.

Técnico de prestigio y bien contrastado en su país así como en la zona asiática, pues ha entrenado en Emiratos Árabes o Irán, por ejemplo, Dragan Skocic está pendiente de finalizar su tercera titulación universitaria, y en estos días está aprovechando para culminar su proyecto del máster de gestión deportiva que está cursando, "aunque la verdad es que me parece que poco voy a poder hacer aquí, porque no tengo tiempo para nada. La Isla es maravillosa y entre recuerdos y lugares nuevos que vamos conociendo, poco hago por estudiar", indica.

Por el momento ha desestimado algunas ofertas para entrenar -la última del Hadjuk Split-, y dedica su tiempo, aparte de a estudiar, a recopilar información de otros técnicos y otras escuelas. A finales del pasado año, por ejemplo, estuvo en Sevilla, donde siguió los entrenamientos de Jorge Sampaoli y Juanma Lillo en el cuadro hispalense, así cómo se vio con su excompañero en la UD, Alexis Trujillo, perteneciente al cuerpo técnico del Real Betis, para asimismo seguir los entrenamientos del conjunto verdiblanco.

La UD en el corazón

Además de un enamorado de la Isla, Dragan Skocic también lo es de la UD Las Palmas, a la que lleva en su corazón. Con los amarillos disputó un total de 36 partidos en los casi dos cursos que estuvo en sus filas. Siete en el primero y 29 en el segundo. En éste, bajo las órdenes de Álvaro Pérez, anotó seis goles.

"Me gusta el juego del equipo, aunque las dos veces que lo he visto en directo -en el Villamarín frente al Betis y el pasado sábado en el Gran Canaria ante el Atlético de Madrid-, me ha decepcionado. Ha sido un equipo anárquico en esos dos partidos, muy flojo en defensa, con mucha horizontalidad en su juego y muy poca verticalidad. A diferencia de otros partidos que le vi por televisión y en los que me encantó el equipo", indica Dragan en referencia al cuadro de Quique Setién.

"Hay varios jugadores que me gustan, como ya he dicho en ocasiones, pero me encanta el juego de Tana. Si bien pienso que aún puede dar un poco más", indica el exjugador amarillo, quien a la vez fue muy parco en palabras en referencia a sus dos compatriotas, Alen Halilovic y Marko Livaja. "Halilovic es joven y aún puede aprender mucho. Sobre todo si trabaja más en y para el equipo. Livaja es como es, y también pudiera dar más", indicó el croata.

Nostalgia del Insular

"Me gustó mucho el estadio de Gran Canaria, pero no tiene nada que ver con el Insular", añadía a bote pronto Skocic, quien significaba a continuación que "tanto de jugador como en mi faceta de entrenador, he estado en estadios de más de ochenta o cien mil espectadores, pero te puedo asegurar que no he estado en ninguno tan entrañable como el Insular".

"El Estadio Insular era diferente. Entrañable. Mira -le dice a su esposa, Madja, que entiende perfectamente el español, aunque no lo habla con la fluidez que Dragan-, se me ponen los pelos de punta cuando hablo de ese estadio. Aún resuenan en mis oídos los gritos de la afición. Era un sitio muy peculiar. Hace seis años, cuando estuve aquí la vez anterior, fui por allí. Me colé por una puerta y se me saltaron las lágrimas al ver el penoso y ruinoso estado en el que se encontraba. Es una pena que se perdiera ese lugar para jugar", añadía Dragan, quien señalaba con posterioridad que le habían hablado de los cambios realizados en el viejo recinto de Ciudad Jardín y que se iba a pasar a verlo de nuevo.

"La verdad es que siento nostalgia de esa época. Fue mi primera experiencia lejos de Croacia y la llevo en el corazón, por todo lo que significó para mí. Estoy reviviendo momentos lindos de mi vida. Hemos coincidido con la hija de Robert Jarni estos días. Ella también vivió aquí y me decía que siente las mismas sensaciones. "Nuestras parejas igual no lo entienden, pero nosotros lo vivimos diferente, es especial", me decía, y tiene razón. Esta es una tierra especial y la sentimos de otra manera", añadía a continuación el exjugador y ahora técnico croata.

Una profesión, la de técnico, que no le importaría proseguir al frente de la UD Las Palmas. "Sería un sueño, pero es algo muy difícil. Muchos son los entrenadores que sueñan con venir a la liga española y, por supuesto, yo estoy entre ellos. Y si encima pudiera hacerlo en la UD Las Palmas, pues ya sería el no va más. Pero ya te digo que eso es difícil. Ahora mismo estoy en un tiempo sabático. He rechazado algunas ofertas, como del Rijeka y el Hadjuk Split, en mi país. Estoy además a la espera de que salga alguna cosa en Emiratos, Irán o Qatar, que son lugares emergentes en el fútbol y que están muy bien. Pero no me apresuro en nada. Lo que tenga que llegar, llegará", significaba finalmente Dragan Skocic.

Un Dragan Skocic que, junto a Madja, su esposa, salía a toda prisa "para invitarla al famoso bocadillo de tortilla que le prometí para desayunar y que casi va a ser el almuerzo, por la hora que es -reían-, porque primero vamos a ver lo que ahora es el Estadio Insular y luego ya iremos a por el bocata, como dicen ustedes".