Manolo Márquez, ya exentrenador de la UD Las Palmas, concedió su primera entrevista desde que presentó su dimisión, hace justo una semana. El técnico, que sigue vinculado al club amarillo trabajando en el departamento de Formación y Captación, considera que no tuvo toda la confianza necesaria. "Tengo la sensación de que me pusieron a mí pero no creían del todo. Y cuando no creen del todo, uno lo percibe", aseguró en declaraciones a BeIN Sports. El técnico cogió el mando del equipo a una semana del comienzo de la pretemporada después de que la opción de Roberto De Zerbi, con la que trabajaba el club, se cayera a última hora.

El técnico analiza que tanto dentro de la UD como en los medios "tenemos que remar todos en la misma dirección". "A veces hay demasiados palos en las ruedas, no solo desde dentro del club sino también en la prensa", considera el técnico, que además desveló que ya se planteó dimitir en otras dos ocasiones desde que cogió el cargo, justo al finalizar la pretemporada y después de su segunda victoria. "Al acabar el Carranza ya se me pasó por la cabeza marcharme, antes de empezar la Liga. También tras ganar al Athletic en la jornada 4 y después de la jornada 6. No quise hacerlo como un calentón, dejé pasar 24 horas", comentó.

Asimismo, detalló Márquez cómo fueron sus meses al frente de la UD: "La pretemporada no fue la más acertada posible, entrenando en Maspalomas a 35 grados. Cada día hacíamos un trayecto de Maspalomas a Mogán ida y vuelta cuatro veces, o sea, doble sesión cada día... que es un buen tramo. Con jugadores que se marchan a punto de empezar la Liga como Boateng o Araujo, con jugadores que vienen en el último momento como Aquilani, Rémy y Tannane", comenzó.

También se refirió al traspaso de Roque Mesa y las opciones en el centro del campo. "Al marcharse Roque Mesa prácticamente no había un mediocentro, estaban Javi Castellano y Hernán, dos buenos jugadores de la cantera pero dos chicos que salen de lesiones largas. La verdad es que nos costó mucho empezar", admite. "El equipo donde más fallaba era a nivel defensivo. Creo que ahí es donde fallé más", dijo en tono autocrítico. "Al insistir tanto en el tema defensivo le quitas lo bueno que tiene el jugador canario. que es el balón", añadió.

Por último, insistió en que no transmitía a los jugadores, algo que ya apuntó en la rueda de prensa de su despedida. "El equipo había perdido esa esencia futbolística que teníamos anteriormente. Veía que no acababa de llegar al jugador, no quería llegar a transmitir mi idea exacta", indicó. "La sensación que tengo es que el equipo no avanzaba", sentenció.