El nuevo técnico de la UD, Pako Ayestarán, cumple hoy su octavo día al frente del equipo. En su primera entrevista con LA PROVINCIA, muy seguro de sí mismo, confiesa que un entrenador debe tener mucho más que voz en los fichajes, aunque siempre dentro de las opciones que le ofrece el club. El vasco pide a sus jugadores trabajo, disciplina, esfuerzo y sacrificio para superarse y lograr los objetivos. Considera que Jonathan Viera debe estar cerca de la creación del juego y que el dibujo puede cambiar, pero no el estilo. Con el balón como protagonista principal, prefiere ir rompiendo techos día a día.

¿A qué va a jugar su equipo?

Es obvio, es decir, si puede haber equipos en los que hay dudas sobre cómo debe jugar, en éste no hay ninguna. Las características del jugador canario, el estilo que ha estado impuesto aquí durante muchos años y los jugadores que se han firmado responden simplemente a un tipo de juego. Queremos un equipo que trate de ser dominador a partir de tener la pelota y que entienda la defensa a partir de atacar bien.

Por lo tanto, ¿el balón va a ser protagonista?

Debe ser protagonista, pero también es cierto que, por circunstancias del juego, difícilmente vamos a ser dominadores en todos los partidos. Habrá momentos en los que tocará defender y en los que estaremos más replegados. Por tanto, el equipo debe saber jugar a todo y tiene que estar preparado para responder a cualquier circunstancia que se dé en el terreno de juego.

¿El 4-3-3 es su sistema táctico por bandera?

No. Los jugadores que tengas disponibles en cada momento pueden hacernos variar el dibujo; en momentos determinados querer salir más por fuera o por dentro... El esquema es probable que pueda variar a lo largo del año, pero trataremos de no variar el estilo.

En el mundo del fútbol existen muchas etiquetas. En una frase, ¿cómo definiría su estilo? Pako Ayestarán es...

Es un entrenador metódico que cree en la planificación, el trabajo y el sacrificio como la mejor manera de romper barreras y hacer evolucionar al equipo para obtener rendimiento.

Su equipo tiene un problema: el remate. Es el que menos dispara a puerta. ¿Cómo piensa solucionarlo?

Además de ser capaces de progresar con las líneas juntas, tenemos que hacer que en el último tercio ocurran cosas. Uno de los aspectos que tenemos claro que hay que mejorar es la profundidad. Tenemos que ser más profundos, tener la posesión pero con el objetivo de romper líneas, y una vez rotas, el jugador con balón debe encontrar a compañeros superando su posición y rompiendo a la espalda de la defensa.

¿Cuál va a ser el rol de Jonathan Viera en el equipo?

Somos conscientes, y él también, de que tiene que estar cerca de la zona de elaboración, porque tiene la pausa adecuada, pero al final el equipo va a ser tan importante como él. Uno de los conceptos que estamos tratando de introducir es la importancia del equipo, de crear equipo. Ninguno de nosotros va a ser capaz de lograr nada si el equipo no acompaña.

Últimamente Viera se ha alejado mucho del área, ¿le convence?

Habrá momentos en los que pueda ser beneficioso y otros en los que tenga que estar arriba, pero creo que no puede estar muy alejado de la zona de elaboración del centro del campo.

¿Qué importancia le da al hecho de que un equipo modesto aporte un jugador a la selección española?

Me parece importante, para él, porque lo deseaba desde hace tiempo, para los que vienen por detrás, porque no importa donde estés que si haces las cosas bien y te implicas en el trabajo los objetivos llegan, y también para la afición, que puede sentirse orgullosa.

Usted es, entre otras cosas, preparador físico ¿Qué nivel se ha encontrado en el plantel en ese aspecto?

No tenemos datos objetivos porque no hemos testado a los jugadores, pero creo que hay más prioridades. Muchas veces cuando te preocupas simplemente de eso te olvidas de lo importante. Que el jugador sepa claramente cual es su rol en el terreno de juego, cuál es el rol de los jugadores más cercanos y jugar con las líneas juntas, muchas veces hace que puedas minimizar esas carencias físicas que puedas tener.

¿Qué vicios ha encontrado en el vestuario?

Cuando se habla de vicios hay que tener una historia detrás, porque que algo ocurra puntualmente no lo considero un vicio, lo mismo que fumar algún cigarrillo no es un hábito. No hablaría de vicios. El pasado es pasado y el futuro lo vamos a crear a partir de lo que hagamos hoy, y lo que me están demostrando los jugadores es ilusión, compromiso, intensidad a la hora de entrenar y profesionalidad. Ahora hay que ser consistentes porque eso es lo que nos va a dar fiabilidad.

Con la plantilla más cara de la historia, ¿sólo da para la sal- vación?

Hemos visto grandes plantillas y muy caras y fracasar, con lo cual la inversión que hayas hecho no te asegura nada. Basar tus objetivos en rendimientos pasados y plantillas que hayas confeccionado no es suficiente. Nosotros seremos los que nos marquemos nuestro propio camino.

¿Dónde está el techo de la UD?

El techo hay que ir rompiéndolo cada día. Recuerdo que hace muchísimos años tuve relación con ciertos ciclistas y en el ciclismo había algo que me llamaba la atención, y era que todos los ciclistas que salían a competir creían que tenían opciones de ganar, de meterse en una escapada y llegar primeros, y yo les decia: '¿pero tú no te das cuenta que para pensar que tienes opciones de ganar primero te tienes que ver durante muchas ocasiones cerca? Se tienen que caer 80 para que tú tengas alguna opción'. Esto es un poco lo mismo. Vamos a ver primero qué somos capaces de hacer en el partido contra el Celta.

¿Va a rotar a los porteros?

No lo sé. La rotación no es algo que se haga sin criterio, sino que tiene que responder a varios aspectos. Primero, la calidad tiene que ser suficiente. Segundo, tienes que detectar que al que vas a poner está llamando a la puerta de forma insistente durante mucho tiempo. Muchas veces las alineaciones no las hacemos los entrenadores, sino los jugadores con su comportamiento y su rendimiento, y eso lo voy a tratar de valorar.

¿Se siente cómodo con una plantilla de 25 o hubiese preferido una más corta?

No me lo planteo. Situaciones idílicas no existen, con lo cual tienes que afrontar la situación que se te plantea. Somos 25 y estoy encantado de tenerlos y de sacar el máximo rendimiento de cada uno de ellos.

¿Cuál sería su ideal? ¿Se plantea reducirla en el próximo mercado invernal?

No me planteo qué es lo ideal. Depende del jugador y de lo que aporte. Lógicamente prefiero tener 19, 20 o 21 jugadores de gran nivel, implicados y con compromiso que tener 25 o 27 en los cuales no percibas eso. No me cerraría en una cifra.

Los últimos entrenadores de la UD, Quique Setién y Manolo Márquez, se fueron por voluntad propia. ¿Eso qué le dice? ¿Le pone en alerta?

No. No le doy demasiadas vueltas, pero es cierto que no es positivo. Lo que tiene que ocurrir en un club es que la gente quiera permanecer en él. Cuando consigues eso es buena señal. Yo estoy encantado de estar aquí y espero seguir estándolo por mucho tiempo.

¿Qué grado de intervención le gustaría tener en los fichajes?

Creo que son los clubes los que tienen que fichar a los jugadores, pero también es cierto que hay que contar con el entrenador que está al cargo. Los clubes tienen que dar opciones que se adapten al estilo de juego que quieres implantar y luego tiene que ser el entrenador, dentro de esas opciones, el que finalmente tenga una capacidad de decisión importante.

¿En serio recibió la primera llamada de la UD después de la dimisión de Manolo Márquez?

Sí, totalmente cierto.

¿Y qué le comentaron? ¿Dudó en algún momento?

No dudé en absoluto. Me conocerán con el tiempo, pero soy muy claro y directo. Siempre digo lo que pienso aunque me puedo guardar algo de lo que pienso, pero lo que pienso lo digo. Las Palmas como equipo siempre me ha atraído, desde la época de Carnevali. En mi habitación tenía su cromo pegado en el techo. Las Palmas es un lugar que se adapta a lo que yo pretendo y eso no es fácil.

¿Le ofrecieron quedarse con Juan Carlos Valerón?

No. Me transmitieron que Juan Carlos, ya antes de llegar yo, les había transmitido que había sido parte del cuerpo técnico de Manolo Márquez, que entendía que yo iba a venir con mi propio cuerpo técnico y que pensaba que no tenía que estar y centrarse en sacar el nivel tres de entrenador y en el equipo que va a tener en la base.

Sin embargo, Paquito Ortiz se ha quedado. ¿Por qué?

Paquito transmitió al presidente que si nosotros considerábamos que podía ser útil estaría encantado de trabajar con nosotros. Y nosotros lógicamente le dijimos que adelante, que nos podía ayudar a conocer la experiencia pasada. Su función es ayudar al cuerpo técnico, ser uno más del staff. Además, cuando viajemos, siempre me gusta que alguien del cuerpo técnico se quede como responsable de los jugadores que se queden y ese será él.

¿Concebiría como castigo apartar a un jugador?

Puede ser, puede ocurrir.

¿De qué le vale la primera parte del Camp Nou?

Me vale como punto de partida. Por el sentimiento colectivo, por cómo fuimos capaces de trabajar como equipo tanto en defensa como en ataque y por la solidaridad que hubo.

¿Se puede decir que más que un déficit futbolístico se ha encontrado con un déficit psicológico y por eso ha tenido que recurrir a su faceta de motivador?

No. Cuando hay malos resultados el aspecto emocional también se ve afectado. Y también la confianza, en uno mismo y en lo que haces. Yo he tratado de darles confianza y hacerles creer que el camino que hemos elegido es el correcto para poder cambiar la dinámica de resultados.

En su amplio recorrido internacional, díganos las tres cosas más importantes que ha aprendido y que va a transmitir a los jugadores.

He aprendido que el trabajo es fundamental y no hay nada que pueda sustituirlo. El respeto también es fundamental y la ambición. Tenemos que levantarnos cada mañana con el deseo de mejorar y de romper barreras.

Ha trabajado, entre otros, con Rafa Benítez, Quique Sánchez Flores y Unai Emery, técnicos con un estilo parecido. ¿Se dio cuenta de que usted era de otro perfil y por eso se fue?

Fue una evolución natural. Sentí que tenía algo que expresar y que para expresarlo tenía que tomar mi camino. De cada uno de ellos y de cada experiencia que he tenido en el fútbol he aprendido muchísimo y me ha ayudado a evolucionar.

¿Cuánto tiempo pasará hasta que se pueda ver la UD de Pako Ayestarán?

No lo sé. La evolución dependerá de lo que vayamos haciendo en el día a día. Si me ciño a lo que estamos haciendo estos días, estoy seguro de que no va a tardar. Vamos a ver lo consistentes que somos. Es lo más difícil de conseguir en el fútbol. La consistencia te da fiabilidad, y lo más que anhela un entrenador y un club es tener jugadores fiables, que sepas lo que te pueden ofrecer.

¿Qué le dice su mujer?

Está muy contenta e ilusionada porque a los canarios les gusta estar cerca de la tierra y de los seres queridos. Ella dejó la Isla -Lanzarote- hace muchos años cuando nos conocimos en el 2000. Tuvo que dejar un trabajo que le gustaba por seguir mis sueños y ahora poder estar más cerca de su familia es muy agradable para ella.

¿Le gusta el fútbol? ¿Se habla de eso en casa?

No le gusta nada, pero es un buen soporte porque es la persona que me pone los pies en la tierra y su sensatez me ayuda. En casa se habla poco, porque mi hijo mayor empezó a jugar pero tampoco le apasionaba. Ahora el pequeño también ha empezado y vamos a ver. No es un tema que salga en exceso.