No se escondió después de otra derrota más de la UD Las Palmas. Vicente Gómez despachó la entrevista radiofónica pospartido con criterio, corazón y, sobre todo, sentimiento. "Acepto los palos de la gente porque los merecemos, pero vamos a revertir la situación. Ojalá que nos sigan apoyando porque hay que tener memoria y pensar todo lo que hemos sufrido, por toda la mierda, con perdón, por la que hemos pasado para llegar aquí ahora no hay que desesperarse y tirarlo todo por la borda", contestó con el brazalete de capitán atado.
Vicente Gómez Umpiérrez habló con crudeza de algo que conoce bien: la UD Las Palmas. Porque el centrocampista de Schamann, un habitual en otros tiempos de la Grada Naciente, ha adquirido durante los últimos años más peso que nunca en el equipo amarillo.
Después de encontrar con Quique Setién la regularidad que tanto le había costado durante toda su carrera, Vicente Gómez vuelve ahora a encontrar su sitio con Ayestarán tras recuperarse con plenitud de su lesión de espalda. Pero su implicación va más allá de lo estrictamente futbolístico. Y es que el canterano del Huracán ha adquirido una dimensión mayor. Admirado casi por unanimidad en la grada por su forma de entender a la UD Las Palmas y por la compasión que siempre ha tenido con ella, Vicente asume galones fuera y dentro del terreno de juego. A tres partidos de ser bicentenario -suma 197 encuentros oficiales con la camiseta amarilla-, Vicente está al alza en esta UD.
