La obsesión de Pako. Conquistar el presente desde el rigor. Fortalecido por el puntazo' de Anoeta, que abortó la racha negativa de ocho derrotas consecutivas de la UD en un comienzo terrorífico, Pako Ayestarán no está para conflictos. La figura de Paco Jémez, que ha sido vinculada al futuro del club isleño, o lo más reciente de Pizzi, que dirigirá a la selección de Arabia Saudí, no le quitan el sueño. Solo tiene gasolina y calorías para abatir al Dépor.

"Me abstraigo de todo los rumores y me centro en lo que es importante para mí: el día a día", detalló ayer, en la sala de prensa de El Hornillo (Telde). No quiere ni un gramo de confianza, no se ve en los octavos de final y anuncia rotaciones. "Nuestra intención es seguir trabajando los conceptos que nos están ayudando a ser más sólidos y darle la oportunidad de estar en el terreno de juego a aquellos jugadores que están teniendo un gran rendimiento en los entrenos, pero que por unas cosas o por otras no están jugando los partidos".

La visita del Real Betis de Setién de este domingo, está a mil kilómetros de distancia. "Ni pensamos en ello. No nos quita ni un minuto de nuestro tiempo. El partido está encarrilado, pero queremos estar tranquilos. Tenemos que refrendar el trabajo de A Coruña".

¿De qué vale el punto logrado en Anoeta? Refrenda el trabajo táctico de un sistema en entredicho: "El punto nos ayudó a darnos cuenta de que con un gran rendimiento puedes puntuar. Hicimos el partido más completo de la temporada y llegamos a tener más opciones para llevarnos el partido al final".

El ansiado punto de inflexión

El (2-2) de Anoeta conforma un nuevo amanecer. "Fue una inyección de moral. Pensamos que va a ser un punto de inflexión, pero no por el punto, sino por las sensaciones. Jugamos contra un gran equipo al que nos gustaría parecernos en el campeonato. Ese punto sabe mucho mejor por el rival que teníamos enfrente y hay que valorarlo".

¿Duerme mejor? El resultado en San Sebastián fue un elixir. Detecta mejores caras. "Todos estamos más tranquilos y con más confianza. Los jugadores están más relajados. El juego que fueron capaces de hacer ante la Real marca el camino. Sabemos que el objetivo es el de controlar el centro del campo".

Escapa del favoritismo. Insiste que el Dépor no viene de vacaciones: "Afrontar un partido con un resultado en contra no es fácil, pero no tienen nada que perder. Vendrán con la tranquilidad que todo lo que consigan será positivo".

Se le cuestionó por la modificación de manera constante de su patrón de juego. Ante la Real, jugó sin nueve fijo y en el Bernabéu ante el Madrid buscó la épica con una línea de cinco zagueros. Descarta que su libreto táctico sea experimental.

"Ha sido bastante constante. En cinco partidos hemos jugado con el 4-3-3, sólo en el Bernabéu y en la segunda parte ante el Levante hicimos algún cambio de dibujo. No estoy de acuerdo con que la defensa de cinco fuese defensiva. Pero no me fui de Madrid contento".

Veterano y fijo en la grada

En relación a la situación de Aythami Artiles, restó importancia al hecho de que solo haya jugado tres minutos en la 'era Ayestarán'. "Tuvo algunos problemas en el tobillo y tuvo que ser infiltrado. Sabemos que es un jugador que tiene condiciones y ahora hemos apostado por otros jugadores; que creemos que tienen que estar", apostilló.

Defiende la presencia del psicólogo -Gustavo- y lo etiqueta de "apoyo" para escapar del abismo. Además, desvela su estrategia para aplacar cualquier gramo de confianza: "Hay que intentar hacerles pensar que vamos 0-0. Si perdemos cero a dos la sensación que te queda es mala. Hay que pensar que es un partido de competición normal para convertir el rendimiento en una herramienta que nos ayude".