Se confirmaron ayer los pronósticos más pesimistas para Víctor Machín, Vitolo. La resonancia magnética a la que el jugador fue sometido ratificaba el diagnóstico inicial. La microrrotura en el bíceps femoral izquierdo que sufría en el partido de la Copa del Rey frente al Deportivo dejan al extremo grancanario un mes en el dique seco, por lo que prácticamente pone a fin a su etapa en la UD Las Palmas pues el 1 de enero debe incorporarse a la disciplina del Atlético de Madrid, club que posee sus derechos.

Con el Mundial de Rusia en el horizonte más cercano, la Federación Española ha solicitado al conjunto amarillo que el proceso de recuperación del jugador sea supervisado por sus servicios médicos. El internacional parte hoy mismo hacia la capital de España.

Cabe recordar que Vitolo es una pieza fundamental en los esquemas del seleccionador español Julen Lopetegui, quien lo considera como un fijo en la lista de cara a la cita mundialista del próximo verano. Por eso, los doctores del combinado nacional pretenden llevar en primera persona el proceso de recuperación del futbolista.

Se da la coincidencia de que el jefe médico de la selección española, el exjugador de la UD Óscar Celada, también desempeña sus labores profesionales en el primer equipo del Atlético de Madrid, que será el destino del grancanario a partir de 1 de enero, por lo que el conjunto colchonero se asegura así tener protagonismo en el proceso de recuperación de uno de sus activos de cara a la segunda parte de la temporada.

Miguel Ángel Ramírez, presidente amarillo, confirmaba ayer que iba a ser muy difícil volver a ver a Vitolo luciendo la camiseta de Las Palmas: "Esperábamos todos que su baja fuese por menos tiempo. Si hubiese la posibilidad de jugar un último partido con nosotros, pues él tiene mucho interés en despedirse de la afición en un partido en el Estadio de Gran Canaria, lo intentaríamos".

El Sevilla le reclama 10 'kilos'

No acaban ahí las noticias negativas para Vitolo en estos fatídicos días. El Sevilla, su anterior club, le reclama judicialmente 10 millones de euros al jugador. La entidad que preside José Castro considera que esa es la diferencia entre la cláusula pagada por el futbolista, 35 millones de euros, y la pactada entre las partes, de 45, antes de marcharse, aunque ésta no llegase a firmarse por su fichaje por el Atlético de Madrid, con parada previa en las filas de la UD Las Palmas.