El pasado domingo más de 26.000 personas -muchos, muchísimos, con invitaciones cedidas por la UD- se citaron en el Estadio de Gran Canaria para presenciar el partido entre Las Palmas y el Levante. Allí, en su butaca de Naciente en pie, no estaba estaba Idafe Alejo Rodríguez. No estaba físicamente, pero su halo se posó sobre aquella zona del recinto de Siete Palmas. Porque el recuerdo de Idafe es inmortal en una Grada Naciente que tiene parte de su esencia entre el cemento que la conforma.

Antes de que Melero López iniciara el partido con el pitido inicial, un 'tifo' con la cara de Idafe Alejo se asomó entre los asientos de Naciente. Idafe estaba y estará. "En los 30 y pico años que llevamos en esto, no recuerdo que nos haya pasado nada parecido, que a alguien del grupo del haya sucedido algo así. Nos vino grande la situación. Éramos sus colegas con los que iba al fútbol, pero eso une mucho. Igual no nos damos cuenta cuando estamos aquí, pero está visto que pasas a ser algo más", explica Alexander Perera, veterano del grupo Ultra Naciente y uno de sus integrantes más cercanos a Idafe.

El 11 de noviembre Idafe Alejo, con solo 36 años, se apagó. "Acabó la temporada pasada y todo iba normal. Le empezaron a dar unos dolores de cabeza y tras las pruebas se confirmó lo peor. Él nunca nos dijo nada y ya nos enteramos cuando estaba en el hospital, donde se pasó un mes y medio ingresado", narra Perera. Los médicos encontraron en su cabeza un tumor cerebral que avanzó rápido. "Siempre mantuvo una actitud muy positiva, incluso aunque no le dieron plazos esperanzadores", recuerda Alexander, compañero de cánticos, botellines, sonrisas y lágrimas junto a la UD.

El 'Reggi' de la afición

Su melena le hizo ganarse un mote entre Ultra Naciente, una peña que entró en su vida mediados los 90, después de la entidad volviera a asentarse en el fútbol profesional. Si alguien en la grada nombraba a 'Reggi' -ariete argentino con pelos largos que jugó en Las Palmas el curso 2002-2003- se sabía que era por él. "Alguno aún se lo decía, sobre todo los que llevamos muchos años en el grupo", continúa Perera. El mote incluso pasó a una camiseta amarilla que tenía estampado el '19 que portó el de Mendoza.'

Porque su relación con Ultra Naciente se alargó durante más de 20 años. Miembro activo del grupo, siguió a Las Palmas por todos los rincones de la Península. Desde Bilbao a Granada; de Vallecas a Miranda de Ebro; de Córdoba a Maxorata, cuando la UD tenía que jugarse los puntos ante el Playas de Jandía o el Fuerteventura. "Ahí se cimientan amistades. Las horas de coche, los aeropuertos, las espera. Intensifica tu vida con alguien. Vivimos un montón de cosas juntos, un montón de historias. Viajes así te dan todo todo", rememora.

El sábado, horas antes del partido, sus camaradas de grada se congregaron en la Naciente. "No éramos más que sus colegas del fútbol, pero queríamos hacer algo", prosigue Alexander Perera. La UD Las Palmas abrió su coliseo para que Ultra Naciente homenajeara a Idafe. Un gesto donde la familia del aficionado amarillo también fue partícipe. La UD Las Palmas, representada por su vicepresidente Nicolás Ortega, también acudió a ese momento en memoria de Idafe.

El ramo de Vicente Gómez

Los gestos por Idafe no quedaron ahí. Desde la propia plantilla de la UD Las Palmas se acordaron de él. Vicente Gómez, integrante de la zona de animación del Estadio de Gran Canaria durante un tiempo en su adolescencia cuando aún jugaba en el Huracán, tomó un ramo de flores y, en el nombre de Idafe, lo depositó a los pies de la Naciente. "Él estuvo varios años aquí. Es cierto que venía y sufría con nosotros. Ahora está en el campo y ojalá que dure muchos años. Vicente conoció a Idafe y sé que cuando se enteró se quedó jodido. Ha tenido un gesto que puede parecer típico en un futbolista, pero no lo es porque le tocó de cerca", describe Alexander Perera rebuscando entre sus recuerdos.

Idafe se marchó, pero su recuerdo sigue vivo en ese sector de la grada. "Era un tío muy positivo, alegre, siempre con una sonrisa. Era eso, un buen tío, que no es poco", resume Perera. Su recuerdo, a partir de ahora vivirá siempre en la Naciente. La pancarta que apoyaba a su tifo así lo proclamaba: 'Siempre estarás entre nosotros'. Amén.