Alfredo Ortuño, quien fuera jugador de Las Palmas hasta el pasado 24 de noviembre, cuando rescindió su contrato con la entidad amarilla, ha cargado contra el que fuera su club. Para el delantero, la UD hizo "todo lo posible para arruinar" su carrera.

"Totalmente, porque en muchas reuniones que tuve con Las Palmas les tuve que decir que yo soy persona, con familia, con un padre y una madre a los que llamaba por las noches y les tenía que decir que no me habían dejado entrenar, que me había tirado tres horas dando vueltas a un campo solo. Y así tres meses", aseguró en una entrevista concedida a La Opinión de Murcia.

Por ese motivo, el futbolista, que mañana viaja a Estados Unidos para incorporarse al Real Salt Lake, su próximo equipoReal Salt Lake, aseguró sentirse una mercancía. Ortuño también desveló que tenía un acuerdo cerrado con el Deportivo Alavés en verano y que sólo faltaba la firma de la UD. "Las Palmas no quería que fuera a un equipo de Primera e hizo todo lo posible para que así fuera. En el último minuto hicieron cosas que no se pueden hacer para que me quedara sin jugar", señaló el jugador.

"Me intentaron meter en el Valladolid, pero como lo que no es justo no puede salir bien, al final pasó algo para que se estropeara todo y me quedara sin jugar. Al principio me quedé muy fastidiado, pero al final me ha venido muy bien porque no habría sido bueno ir al Valladolid", añadió en referencia a su salida frustrada al club pucelano, que llegó incluso a presentar al jugador, pero que finalmente no pudo disfrutar de sus servicios porque la documentación llegó fuera del plazo establecido por la Liga.

Por todo lo que le sucedió en 2017, el delantero declaró que le sirvió para aprender. "No me había visto nunca en un lío tan grande y lo calificaría como el mayor aprendizaje de mi vida. En mi casa siempre hemos dicho que todo lo que pasa es para bien, y ahora creo que si no me hubiese pasado, no habría salido la oportunidad de jugar en Estados Unidos", sostuvo,

Sin embargo, Ortuño también dejó claro que no todo fue malo. "Por supuesto, porque los seis primeros meses allí fueron espectaculares, con un equipo que estaba arriba, que llevaba 25.000 personas al campo y que al final subió a Primera. Además, a mí siempre me quedará que yo peiné el balón que luego metió el Chino -Sergio Araujo- en la portería", concluyó.