La sinfonía del Anexo. Escuchen a los pibes del milagro. Las Palmas Atlético, que olía a cadaverina, a catorce puntos de la salvación, tritura al Mérida (2-0) y se coloca a tres unidades de la salvación. La racha eterna -con el sello Juan Manuel Rodríguez- de cinco victorias, un empate y una derrota, en las últimas siete jornadas, vale como referencia vital. Y de dogma para la UD de Jémez. Así se defiende, así se compite desde el orden y compromiso.

José Artiles y Jeremi Valerón se vistieron de ángeles salvadores bajo la lluvia. Un gol en cada tiempo para manejar la ansiedad de un Mérida abonado a la tragedia. Ocho jornadas sin ganar. Un calvario que padeció el bando isleño hace semanas. Ahora luce el sol en su corazón.

Fue un cruce de dinámicas. La exaltación de un orden revolucionario, con tres centrales, ante la pobredumbre de un sello plagado de rostros afamados -Checa, ex del Villa de Santa Brígida y Pájara, o Germán, ex del Tenerife y el filial-.

Con una actuación sobresaliente del meta amarillo Josep, todo funcionó como un reloj suizo: sobrios en la retaguardia, con Álvaro, Álex y Jeremi como coroneles, y una medular forjada en el padecimiento. Pablo, Fabio y José Artiles hicieron más kilómetros que Fermín Cacho. La fantasía la puso Agoney, el pirata de Siete Palmas, y Aythami es el otro Calleri. Temperamento, lucha, constancia y un olfato de acero.

Sumar diez de los últimos doce puntos bien merece una estatua. Pero hacerlo como un bloque veterano, es lo realmente increíble.

Los amarillos supieron replegarse y aguantar las embestidas. En el 16', en el primer tiro, llegó el 1-0. Artiles, en la izquierda, penetró en el área y puso el balón en el palo largo. Fue a centrar y encontró petróleo. Las cosas de la dinámica.

El vuelo de Josep

La incredulidad de Ramos resultó cómica. El peso del partido era del Mérida pero la 'vela chica' tiró de espíritu. Apetito de gloria. Chema Mato se estrelló una y otra vez en la fortificación de Arencibia. En el 41', Aythami le puso un balón de chocolate a Artiles, y el ratón diabólico perdonó el 2-0. Cuando enfurecía el bloque romano, Josep lucía sus reflejos. La mañana perfecta.

Yeremi recogió un balón suelto dentro del área rival y disparó con dureza al palo largo para hacer el segundo. Velocidad, ritmo y desborde. Con Benito Ramírez y Fortes por los costados, nada ni nadie puede parar a la factoría de los sueños.

El zaguero firmó la sentencia y recibía el calor de su peña -ubicados en Fondos de Segura-. En el 58', Mato trataba de reducir distancias pero Álex Suárez evitó el 2-1. Fue el único susto. En la retina del Anexo, una estirada felina de Josep y la fortaleza de Pablo. La brújula de oro.

El paraíso: a tres puntos. Apunten el nombre del pirata Agoney, un fantasioso del cuero. Aythami mereció la gloria de la pólvora. Con Juan Manuel, todo es posible. Del infierno a la senda de la salvación.