La UD afronta esta noche el capítulo número 65 de las contiendas con el Celta de Vigo en duelo oficial. Y lo hará en un Municipal Balaídos revolucionario, con fotogramas de platillo volante. Entre la modernidad y la nostalgia de un recinto que fue sede del Mundial de España 1982. Las planchas azules, las bautizadas como 'olas' de Balaídos, de las gradas Río y Tribuna ya están instaladas. Se finaliza de esta manera la primera etapa de la remodelación de un estadio, que desde las 20.00 horas (Gol TV) alberga el cierre de la 27ª jornada.

Con un coste de 50 millones de euros, que abonan las instituciones públicas -Concello, Diputación de Pontevedra y el consistorio vigués-, faltan los graderíos de fondo -Gol y Marcador-, así como la construcción de 1.000 plazas de parking. Recinto futurista donde la UD no gana desde 2009 y en la categoría de plata. La última victoria amarilla en Vigo, en la máxima categoría, se remonta al 7 de enero de 2001. Mientras la entidad grancanaria sigue a la espera de la ejecución del pliego del Cabildo, para la finalización de las obras del Gran Canaria (una fase valorada en 38 millones de euros), en el planeta Aspas se ponen las pilas. Dan pasos agigantados hacia la confección de un teatro de los sueños azules.

Y en el paraninfo de Aspas, sin Calleri, Bigas, Momo, Peñalba, Emenike, Jairo y Dani Castellano, Jémez afronta su batalla número 15 como técnico ante el Celta de Vigo. El balance es positivo, un elemento motivador ante un galeón que agota sus opciones de jugar en Europa. Ante los gallegos, el preparador cordobés suma seis victorias, tres empates y cinco derrotas. Como jugador, se enfrentó hasta en catorce ocasiones con el bloque vigués. Hoy llega la 19ª, 15ª como entrenador, para el legionario Jémez, que trata de pasar a la historia. No existen casos de que un equipo evite la guillotina del descenso si suma 11 puntos en la primera vuelta -el botín de los amarillos-.

Desde el parque temático celeste, deberá congelar las embestidas de la dupla de los 30 goles: Aspas (16) y Maxi (14). La UD, que llega sin Calleri, solo computa en su casillero 19 dianas, siete de la cuales son de Calleri, notable ausencia en el frente ofensivo grancanario.