Escándalo, rabia y polémica en La Condomina. Las Palmas Atlético fue sacudida por el tornado Garcelán Docio. El colegiado perjudicó de forma notable al filial, al no decretar pena máxima en el segundo acto, con el 1-0 en el marcador. Tras este fotograma controvertido, sí decretó penalti en una acción muy dudosa, que fabricó el 2-0 de Elady (89').

Y es que Las Palmas Atlético lo intentó hasta el final, pero la suerte les fue esquiva. Los pupilos de Rodríguez buscaron con ahínco los puntos en tierras murcianas. Sin embargo, el Murcia tiró de veteranía para adjudicarse el triunfo. Todo ello gracias a los tantos de Erik, en propia puerta, y de Elady de penalti.

El filial salió con buen pie al verde. Tanto fue así que su mejor oportunidad no se hizo esperar. Corría el 2' cuando Artiles cogió el balón en banda y, tras marcharse de su par, lanzó un zapatazo que estuvo cerca de sorprender a Biel Rivas.

Con el paso de los minutos, los locales se comenzaron a adueñar del esférico. Aunque sin generar excesivo peligro. Fue entonces cuando en el 22' llegaría la jugada desafortunada. Santi Jara recibió el cuero en la derecha, entonces recortó para dentro y puso un centro al corazón del área. El defensor grancanario Erik se elevó para intentar despejar el mismo, pero generó el 1-0.

Acción fatídica

Este tanto sentó como una jarro de agua fría. Tras el paso por vestuarios la dinámica del duelo no cambió. Los murcianos seguían dominando, pero su rival comenzaba a sentirse cómodo. Con el paso de los minutos los visitantes se lanzaron con todo a por el gol de la igualada, dejando espacios en su retaguardia. Y llegó la jugada clave. Derribo de Edu y penalti clamoroso. Era roja. Sigue la acción y Artiles estrella el balón en el palo. Máxima crueldad.

En el 89', Elady se internó en el área y fue derribado. El colegiado señaló pena máxima, la cual se encargó de transformar el propio Elady. del 1-1 al 2-0. Otorgándole así la victoria a los suyos. Lluvia de tarjetas y Jeremi terminó expulsado tras ver dos amonestaciones. El filial acabó desquiciado ante un rival veterano, que se limitó a esperar su momento en plena lluvia de concesiones arbitrales. Sacó mucho petróleo un Murcia ramplón, por su parte, los amarillos fueron devorados por la rabia. Dos errores de bulto que condenan a un equipo que sigue en la zona de descenso a Tercera.