¿Cómo está? ¿Qué hace a día de hoy?
Muy bien, muy tranquilo. La verdad que nada, ando ya jubilado. No tengo ninguna intención de volver al mundo del fútbol.
¿Es cruel el banquillo con los entrenadores? ¿Le abandonó él a usted o usted a él?
Creo que todo se va desarrollando de una manera natural, no que una de las dos partes decida al 100% las cosas. Poco a poco vas viendo que ya el fútbol para los banquillos no te atrae y te vas desenganchando. En el momento en el que te desenganchas el fútbol y el banquillo se desengancha de ti.
¿Acabó desilusionado o desencantado con el fútbol?
¡Qué va! Todo lo contrario. No puedo acabar mal con algo que ha sido mi vida como jugador y como entrenador. Incluso ahora como espectador sigue siendo mi vida. Simplemente uno va cumpliendo años y llega un momento en el que tomas la decisión y a seguir tan tranquilo.
¿No lo echa de menos?
Pues a veces sí, pero enseguida se me pasa, sobre todo cuando veo como están sufriendo algunos compañeros, porque creo que cada vez hay menos que disfrutan [se ríe]. Así que sí, pero lo dicho, enseguida se me pasa.
Habla del fútbol como espectador. ¿Sigue consumiendo mucho balompié?
Sí, sí, sobre todo la liga española. Los que queremos al fútbol y a los que nos gusta tanto el fútbol no lo acabas por dejar nunca. LaLiga la llevo al día, lo que pasa fuera ya no me preocupa tanto, pero la competición española sí que la sigo.
¿Y le gusta lo que ve?
Sí. Este año quizá ha quedado algo descafeinada por arriba, donde Real Madrid y Atlético se han desenganchado pronto. Pero luego por la parte de abajo está dura y complicada para todos.
Desconectados de LaLiga, pero con su gen competitivo en la Champions League...
Así es. Yo es que de fuera lo veo y para mí tiene un gran equipo y una gran plantilla. Entonces, un inicio malo de temporada ha condenado LaLiga, pero no la Liga de Campeones, donde está haciendo una gran campaña. Y es que vuelvo a repetir: tiene un grandísimo equipo y plantilla.
Usted pasó por ese banquillo. ¿Entiende el eterno debate en torno al técnico del Madrid?
Sí, lo entiendo porque el banquillo del Real Madrid está expuesto a cualquier tipo de comentario y a cualquier tipo de crítica. Pero pienso que el Madrid ha encontrado un entrenador que está llevando al Real Madrid a grandes cotas como dos Champions seguidas, algo que no había conseguido nadie. Ha encontrado un entrenador que le ha dado estabilidad y que son una pareja perfecta. Lo que se tiene que entender es que no todos los años se pueden conseguir títulos. Hay que juzgar las cosas con una mirada más amplia, más global, contar toda la trayectoria.
Entonces cuando escucha lo de la flor de Zidane, o que es un alineador más que un entrenador, le chirriará en los oídos.
A mí me parece que son frases hechas que muchas veces la prensa o determinados periodistas las sacan cuando les da la gana y se quedan tan a gusto. Decir eso de Zidane es una solemne tontería y vuelvo a repetirme: es un gran entrenador y muy idóneo para el club.
¿Y a Las Palmas cómo la ve?
Mal, para qué engañarnos. Tiene una situación difícil, a seis puntos de la salvación y tiene un partido clave contra el Real Madrid. Si la UD puede ganar al Real Madrid es en esta fecha. Y me explico, vienen de un parón internacional y apenas han podido entrenar juntos. Además la semana que viene llega la Champions League y eso lo tienen en la mente. Es su gran partido de la temporada. Es la mejor fecha para ganarle al Madrid.
¿Le sorprende la regresión que ha tenido la UD Las Palmas?
No sé si es sorpresa, pero los equipos llamados pequeños tienen que reinventarse todos los años. Lo que has hecho de aquí para atrás no vale. Más que sorprenderme, me fastidia que Las Palmas esté así. Todos los años tienen que reinventarse.
Volver a subir a Primera no sería fácil y usted lo sabe bien...
Sí, pero todavía hay pelea. Ahora mismo parece un sueño casi mantenerse, pero habrá que esperar por lo menos hasta el sábado. Ganarle al Madrid no solo serían tres puntos, sino también un subidón moral, una gran confianza.
Habló de reinventarse. Desde fuera, ¿ve que la identidad de los equipos modestos es cada vez más difícil de sostener?
Evidentemente. Mantener el bloque en los equipos pequeños cuando alguien destaca un año es muy complicado, con los contratos que se están pagando por ahí. Cualquier equipo extranjero, sobre todo de la Premier, es capaz de llevarse a los que destacan aquí, como le pasó a la UD Las Palmas con Roque Mesa. También con Jonathan Viera y el fútbol chino. Son equipos que tienen más poder económico, pero igual no tanto fútbol.
Cuando echa la vista atrás, ¿cómo recuerda su paso por aquí y aquella promoción a Primera División contra el Oviedo?
Con mucho cariño. Fue un año muy intenso que se estropeó por un partido, pero la verdad que lo recuerdo muy bien, con mucho cariño. El equipo aquel, con muchísimos buenos futbolistas, hizo un gran fútbol por momentos y que le encantó a la afición. No lo pudimos culminar, pero el fútbol también te da golpes así. No pudimos ascender de manera directa y en la promoción nos tocó un equipo muy duro.
¿Y de sus enfrentamientos contra la UD Las Palmas en los 70 y 80 qué recuerdos le brotan?
De ver a un grandísimo equipo casi siempre. Era una época donde sí se podía mantener los bloques en los equipos. En la UD la gran mayoría eran canarios, con futbolistas sensacionales y maravillosos. Sería imposible que la UD de mi época como futbolista pudiera mantener ese bloque tantos años como lo hizo con aquel. Volvemos a lo que hemos comentado. El fútbol ha cambiado muchísimo y para los equipos pequeños en presupuesto, que no por su escudo, se les hace más difícil esa tarea.
