El precio del no. Ni por 110 millones de euros. Ni con el añadido de una cláusula de 30 'kilos' por el ascenso a Primera -junio de 2019- que elevaría la cifra final a 140. Ramírez no vende. Se niega en rotundo. Por la mañana y por la noche. En Primera y en Segunda. Entregar el alma de la UD a las garras del capital extranjero no figura en su lista de pretensiones. La obsesión del presidente late en elevar el índice de canariedad. Política 'anti-jeques'.

"Ya no sé cómo decirlo. En inglés, japonés, castellano, alemán o nepalí. Ramírez no vende. La UD no está en venta", insiste el mandatario a este medio, tras ser consultado por la última tentativa de 110 'kilos'. En plena fase de reconstrucción y con la continuidad de Jémez cada vez más lejos, Ramírez se centra en confeccionar un plantel de lujo. La voyante situación económica vale de colchón para mitigar el impacto del infierno. La luz del nuevo ciclo. "Nuestra garantía es la gestión", insiste Ramírez. Que desmonta el argumento de que está en la UD por la 'plata': "Si estuviese por dinero, ya hubiese vendido", señaló ayer.

La entidad, igual que el Roque Nublo, es patrimonio del pueblo. No tiene precio. Ahí radica la filosofía Ramírez, que ha puesto en manos de los accionistas minoritarios la estrategia de futuro -a través de consultas en la web por si legitiman una venta-. La oferta llega del grupo inversor ruso-americano con la intermediación en el circo bursátil del exjugador Vinny Samways -206 duelos de amarillo-. El negociador inglés y el mérito de decir 'no'.

Mensajes de móvil y contratos

Este medio cuenta con documentos que acreditan la negociación de compra de ese 80% de la cuota accionarial por 110 millones, así como el rechazo de Ramírez a la firma de 'varias claúsulas'. Parte de las reuniones tuvieron lugar en Miami, hace unas semanas, donde el mandatario estuvo por motivos laborales.

La negociación se rompió en la jornada de ayer. Samways trasladó la última propuesta de 110, por debajo de la inicial por el descenso. En esa proposición se recoge la cláusula de abonar de 20 a 30 millones a Ramírez en el caso de lograr el ascenso la UD en la 2018-19. "Estoy cansado, no encuentro la manera de explicar y razonar que no vendo. No está en el escaparate". El frenesí ruso-americano cabe añadir la oferta de 150 'kilos' de un grupo inversor chino el pasado enero. La misma negativa. ¿A qué se debe esta lluvia de millones? ¿Por qué no se ha frenado el interés de compra tras el descenso del 22-A?

La UD bajó, de la forma más lamentable que se pueda imaginar, el pasado 22 de abril ante el Alavés (0-4). Ardió el partenón de Siete Palmas. El grupo inversor ruso-americano, con Vinny Samways al teléfono, lleva desde enero detrás de Ramírez.

Esta propuesta fue desvelada por el mandatario el pasado viernes 27, en la rueda de prensa de balance del desastre. "He tenido tres ofertas. Soy el accionista mayoritario y quieren comprar mi paquete y dominar el club. Una fue de un grupo inversor chino y otra de americanos y rusos. 140 millones en Primera y 120 en Segunda: no he aceptado la oferta (...) No soy el accionista mayoritario del sentimiento de la afición (...) No iré contra ese sentimiento. Si algún grupo canario quisiera comprar: a negociar. A ejecutivos sin arraigo canario, pues no".