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El papel de la factoría

La cantera se estanca

En las últimas tres temporadas, cinco futbolistas del filial han jugado con el primer equipo pero sin recorrido -El nulo protagonismo de la base reabre el debate

Turu Flores, Patricio Viñayo, Rafael Méndez, Nicolás Ortega, Tonono -6ºi- y Valerón. En la fila inferior, Fontes -6ºi-, Juan Naranjo, Jonathan Calleri, Vicente -10ºi- y Raúl Lizoain, el pasado domingo. QUIQUE CURBELO

La permanencia de Las Palmas Atlético una temporada más en Segunda División B reabre el debate sobre el papel de la cantera dentro del club. Y lo hace porque la alegría provocada por una salvación milagrosa contrasta con la decepción generada por el hecho de no haber cumplido con el objetivo que conforma la verdadera razón de ser de un filial: aportar jugadores al primer equipo. Hay un dato que lo demuestra: de los ocho futbolistas que alguna vez subieron en las últimas tres temporadas, con la UD en Primera División, ninguno ha tenido recorrido.

Puede que la exigencia de la máxima categoría haya demostrado que no existe nivel suficiente en el primer escalafón de la base, o puede que los seis entrenadores que se han sentado en el banquillo en este tiempo hayan decidido dejar la cantera a un lado.

En cualquiera de los casos, el bagaje en el último trienio es muy pobre para un equipo que, desde que sacó la última gran camada de jugadores en el curso 2010-11 hasta la campaña del ascenso (2014-15), había asentado, como mínimo, a una nueva perla amarilla por año.

Cierto es que la plantilla de la UD Las Palmas todavía está compuesta por un buen número de jugadores grancanarios que algún día estuvieron en el filial -David García, Momo, Raúl, Vicente o los hermanos Castellano-, pero el cupo de canariedad en el primer equipo peligra si la tendencia no cambia.

El director de formación y captación de la entidad, Manuel Rodríguez Tonono, lo que deja a las claras que desde el club defienden que hay nivel en el filial y que su promoción sólo depende de la decisión del técnico.

Nili y Jeremy

En resumen, en los tres últimas campañas Quique Setién hizo debutar a cuatro futbolistas y Manolo Márquez a otros dos. En la 2015-16 se estrenaron Nili Perdomo y Jeremy Betancor, pero al primero le ofrecieron renovar a la baja y quedándose en el filial, por lo que acabó marchándose al filial del Barcelona, y el segundo sólo fue una solución de urgencia en un partido de la Copa del Rey y jamás se le volvió a ver.

El joven lateral o extremo, en cambio, sí gozó de la confianza del cántabro en ocho encuentros de Liga -y cinco de Copa-. Incluso, fue protagonista en el tramo del campeonato en el que los amarillos encadenaron una serie de buenos resultados con los que se aseguró la permanencia. Su mejor partido fue en el entonces llamado El Madrigal -hoy Estadio de la Cerámica-, donde sus carreras por la banda derecha sorprendieron en su primera titularidad.

El año siguiente el turno fue para dos futbolistas que el domingo consiguieron la salvación con Las Palmas Atlético y que también han participado con el primer equipo esta temporada: Erik Expósito y Benito. Sin embargo, su participación fue testimonial y además se produjo en el momento en que el equipo se encontraba sin rumbo tras el anuncio de Setién de que no seguiría este año. El delantero salió de inicio en Butarque y El Molinón mientras que el extremo sólo llegó a disputar 14 minutos.

Fabio González y Borja Herrera, apuestas de Manolo Márquez completan la terna de jugadores que han subido durante esta última etapa de la UD en Primera, aunque tampoco han tenido recorrido. Sin ir más lejos, el mediocentro sólo jugó frente al Atlético de Madrid y regresó al filial y el lateral, que incluso llegó a tener dorsal con el primer equipo, se marchó cedido al Valladolid en diciembre en busca de minutos -sólo participó en tres encuentros de LaLiga-.

Así que la aportación de Las Palmas Atlético cuando el equipo se encontraba en Primera División se redujo a Nili, Expósito, Benito, Fabio y Borja, más el partido copera que disputo Jeremy. Ninguno de ellos ha tenido recorrido, ni siquiera Expósito, que sólo está arriba por necesidad tras el fiasco de Emenike.

La última gran camada de jugadores de la cantera salió en la campaña 2010-11, curiosamente con Paco Jémez como entrenador. Jonathan Viera, Vitolo, Vicente Gómez se hicieron un nombre, además de Aythami Álvarez, que sólo duró ese año por culpa de las lesiones y Juanpe, hoy central titular del Girona. En la 2011-12 fueron los hermanos Castellano, que volvía de su enésima cesión, y Raúl los que se afianzaron. El curso siguiente (12-13) fue Hernán Santana y al otro Asdrúbal y Tana (13-14), hasta que emergieron David Simón y Roque Mesa (14-15).

Otros como Tyronne del Pino, José Artiles, Leo Ramírez, Héctor Figueroa o Jesús Valentín también debutaron pero no tuvieron trascendencia. Ahora el objetivo es que una nueva generación de jugadores de la cantera tenga protagonismo. Quizá la Segunda ayude.

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