Raúl está quemado. Liberado Leandro Chichizola -la UD no ejecuta la opción de ampliación unilateral del meta argentino y ya puede negociar con otro equipo-, y tras el despunte de Josep con Las Palmas Atlético, la entidad amarilla peina el mercado. Busca guardameta para sustituir al argentino -cuya continuidad tampoco está descartada para los ejecutivos-. Este panorama deja a Raúl Lizoain -76 duelos de amarillo, 32 en la máxima categoría-, por octavo curso consecutivo, como segundo plato. Sigue sin confianza.
Raúl Lizoain renovó el 30 de junio de 2017 y le resta un año más de contrato (2019). A falta del UD-Girona de este sábado (17.30 horas, beIN LaLiga) ha completado trece duelos oficiales en este curso 2017-18 -once de Liga y dos de Copa-. Por su parte, Chichizola, que llegó el 29 de junio, ha completado 28 encuentros. Su fichaje, del Spezia Calcio de la Serie B italiana (la segunda división), se anunció un día antes que la renovación del isleño.
Chichizola ha encajado 49 goles y fue titular con Márquez (6) y Jémez (17). Sin embargo, en la 'era Pako Ayestarán' y con Paquito Ortiz, Raúl Lizoain (8 titularidades) ganó la partida al argentino (1).
Con 27 tantos encajados en Liga, el grancanario brilló ante el Real Betis -19 de abril- y en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid -5 de noviembre-. En su ADN, ya va incrustado el espíritu de luchar contra todos los elementos. Ser portero y de la cantera, la doble ecuación maldita en su cruzada hacia la titularidad. El último grancanario que gozó de protagonismo en la liga del caviar fue Orlando Quintana (2001-02). Alcanzó los 43 partidos y tuvo que emigrar: Celta de Vigo, Lorca, Mérida, Pontevedra, Ponferradina y Real Oviedo y Santa Brígida.
Elogiado por Jémez y Quique
Lizoain debutó el 26 de noviembre de 2011 ante la SD Huesca en El Alcoraz. Ha tenido que luchar con Pindado, Mariano Barbosa, Casto Espinosa, Javi Varas y Chichizola. Desde la 2010-11, que completó la pretemporada, precisamente con Paco Jémez, lo ha tenido todo en contra. Nadie ha confiado de forma ciega en su figura. En la 2011-12, firmó seis partidos con Juan Manuel Rodríguez. Y en la 2012-13, con Sergio Lobera, solo sumó tres. En la 2013-14, la del Cordobazo del 22-J: cinco. Con Paco Herrera, en la 2014-15, disparó sus prestaciones. Tuvo protagonismo sideral: 18 duelos.
Titular en el playoff de ascenso, brilló ante el Real Valladolid en las semifinales -un gol encajado en 180 minutos-, pero tras el (3-1) de la ida de la final ante el Zaragoza en La Romareda, fue relegado a la suplencia. Herrera, a última hora, se decantó por Casto Espinosa para el 21-J. Un error del arquero extremeño, tras coger el balón con las manos fuera del área, no tuvo consecuencias para elevó el pánico. Araujo le brindó el gol del 2-0, en un emotivo abrazo. Un ascenso para el '1.'
El 22 de agosto de 2015 debutaba en Primera en el Calderón ante el Atlético. Cumplió con creces y a la grada. En las tres últimas campañas suma 44 duelos oficiales. Siempre bajo sospecha. Fue increpado por el Gran Canaria ante el Celta de Vigo -30 de octubre de 2016- y unos días después fue coronado como mejor portero de Primera de la 11ª jornada -noviembre de 2016-.
Setién, que implantó la política de rotaciones con Varas, elogió su predisposición y talento. Jémez, en la previa del Betis-UD, también se rindió a la predisposición profesional de la araña de Escaleritas. No ha dado un problema, ni en la oficina ni en sala de prensa. Disciplinado y sacrificado, su padre Gabriel -ciego- conforma el mejor espejo.
"Hay que ver cómo trabaja cada semana, jamás pone una mala cara. Aunque no sea titular, aporta lo mejor que tiene. Es un grandísimo profesional. Eso vale más que cualquier mérito", valoró Jémez. Raúl fue el mejor ante el Betis y luego fue víctima del desplome ante el Alavés, en el infausto '22-A' del descenso.
Ovación para Wakaso, Rémy...
Tras ocho campañas en la UD, jamás gozó del cariño del Gran Canaria. El recinto de Siete Palmas ha ovacionado en esta campaña los regresos de Wakaso -con el Alavés-y Rémy -Getafe-. A sus 27 años, Raúl valora hacer la maleta, ante la falta evidente de oportunidades. Carece del empuje anímico que han tenido arqueros foráneos como Casto o Varas. La película de siempre.
La indignación se eleva en su entorno al conocer la hoja de ruta de la entidad, que acelera por un portero -Chichizola o relevo-. El protagonista descarta hacer valoraciones incendiarias. Eterno en el Villamarín, Lizoain se centra en el partido del sábado. Profesional hasta la muerte. La araña quiere ser protagonista. Se hartó del silencio.
