Mimos para la leyenda. Operación convencer a Valerón. La UDcon sus perlas. Forma parte del organigrama del departamento de Formación y Captación, que dirige Manuel Rodríguez 'Tonono', tras su retirada como futbolista amarillo ante el Athletic Club de Bilbao (2016).

En la Copa de Campeones, estaba presente el secretario técnico de la UD Toni OteroUna foto tremendamente reveladora. Como tercer actor, Manuel Pablo, técnico del Fabril -filial del Deportivo-.

El pasado 27 de mayo, este medio ya adelantaba la intención del mito de abandonar la institución amarilla. Con la licencia para ejercer de entrenador, desde junio, el que fuese jugador internacional demanda nuevos desafíos. En su expediente, una lista infinita de conquistas: 403 partidos en Primera, 48 de Liga de Campeones, 46 con la selección española y es el único canario en la historia que puede presumir de ser goleador con la Roja en una fase final de un Mundial. Tonono y el propio Miguel Ángel Ramírez, presidente de la entidad, han conversado con este embajador de talento. Con 155 duelos de amarillo en su expediente, tras colgar las botas, fue nombrado Capitán de honor.

De julio a septiembre de 2017, ejerció de segundo de Manolo Márquez en el vestuario del primer equipo de la UD. El técnico catalán duró seis jornadas y Valerón se quedó a cargo del equipo durante dos fechas. La contratación de Pako Ayestarán -27 de septiembre de 2017- le obligó a bajar al filial, para convertirse en aliado táctico de Juan Manuel y estirar su aprendizaje.

El aterrizaje de Valerón en el primer equipo fue aplaudido por referentes del plantel como Viera o Aythami Artiles -que ya no están en la UD-. La pretemporada y el tránsito del mito por el banquillo de Las Palmas fueron un máster.

El ahora entrenador tomó buena nota del tsunami, que acabó triturando a Márquez, Pako Ayestarán, Paquito y Jémez. Con 422 partidos con el Dépor, el Flaco tiene tirón en Riazor. Busca banquillo y un proyecto que le ilusione. En la zona noble de la UD, tienen un plan para convencerle. Ayer, Otero fue la sombra de la leyenda y le dedicó gestos de complicidad en la grada.