La reconstrucción de la muralla de Manolo Jiménez. La venta de Ximo Navarro al Deportivo Alavés -por una cifra algo inferior a los 500.000 euros- acelera el fichaje de Cala -agente libre tras su aventura en China-, petición expresa del estratega sevillano. Es el puzle de la zaga de la UD, un escenario donde corre peligro el concurso de Pedro Bigas.

El zaguero mallorquín es pretendido por el Getafe de Bordalás.El bloque azulón no se rinde y puja por el balear, al que le restan tres años más de contrato de amarillo. Muy lejos de la cláusula -unos 30 kilos-, el bloque madrileño está dispuesto a ofrecer hasta dos millones de euros por este activo de 28 años -que suman un total de 111 duelos en la máxima categoría-.

De Roque Mesa a Rémy

En relación a la operación Ximo Navarro se trata de la enésima venta del sello UD. Una máquina industrial para generar beneficios. El defensa de origen mallorquín jugará las próximas tres temporadas en el club vasco. Con 33 partidos de amarillo, el exjugador del Almería, Mallorca, Recreativo y Córdoba llegó el 17 de junio de 2017 como el primer alta. Un proyecto que fue pilotado por Manolo Márquez en el tramo inicial -hasta la sexta jornada- y luego fue devorado por el caos.

Tras el término del campeonato liguero, el nombre de Ximo Navarro se ha vinculado de forma insistente al Deportivo Alavés, que jugará el próximo curso en la máxima categoría. De esta manera, la venta del zaguero se suma a los nombres de Roque Mesa (que dejó 12,5 millones en las arcas de la entidad), Jonathan Viera (18), Vitolo (6), Marko Livaja (2) y la próxima transacción por Rémy. El Lille está dispuesto a abonar los 1,4 millones por la carta de libertad del delantero mundialista, que abandona la UD. Operaciones exitosas que cifran en 39,9 kilos el montante total. A Ximo le restaban dos años en la UD, y su salida está cubierta al contar Jiménez con David García, Deivid y Mantovani.

Pero falta Cala. El exjugador de Sevilla y Geta es el deseado por Jiménez. Rigor, músculo y 81 partidos. Ascendió con el bloque azulón (2017) y guarda una estrecha amistad con Deivid y el propio técnico.