Jerónimo Figueroa Cabrera 'Momo' quiere un derbi tranquilo en la Copa Mahou y muestra la bandera del Tratado de Versalles. Huye de la tensión de ediciones como la de 2016 -lluvia de tarjetas de rojas y tangana mayúscula en el Heliodoro Rodríguez López tras una entrada de Arencibia a Nano- o de 2011, cuando el central amarillo Herner sufrió una fractura del tabique nasal. "Tiene que ser una fiesta del fútbol canario, los dos equipos siempre quieren ganar pero se afronta con humildad y mucho respeto", aseguró el extremo zurdo de la UD, de 36 años, y que contabiliza en su hoja de servicios con 233 partidos de amarillo.

Habla del refuerzo de Rubén Castro, con el que ha coincidido en seis ocasiones en su trayectoria profesional en los vestuarios de la UD -en dos ocasiones-, Dépor, Albacete, Racing y Real Betis. "Nos ayudará muchísimo, ojalá logremos el objetivo del ascenso. Físicamente siempre ha estado bien, se reincorporó mucho más tarde que el resto. ¿Que si jugará ante el Tenerife? Si lo veo oportuno o no, eso dependerá del entrenador. Tiene ganas de jugar y ayudarnos; trabajará para estar lo antes posible. Pero es una decisión del míster".

Se desmarca de la condición de partido de alta tensión. A cuatro semanas para el inicio del curso liguero -18 de agosto-. "Un derbi tiene la importancia que tiene, es el Tenerife. Pero es una prueba de carga física, estamos en una fase de carga de piernas. Todavía estamos pendientes de configurar un bloque. Viene muy temprano (...) Siempre tienes la cosilla de jugar el derbi. Es un partido más, para adquirir las ideas y conceptos del míster. Ya está la Copa Mahou y esperamos ganar. Pero insisto, tiene que ser una fiesta del fútbol canario. Lo que aconteció años atrás se queda a un lado. Trataremos de dar las consignas adecuadas para que sea algo bonito". Así como realzó que lo más importante en este punto de la pretemporada -tras golear a la Selección del Sur y a Las Palmas Atlético- es ir adquiriendo todos los conceptos del nuevo entrenador [Manolo Jiménez]".