La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La noche del Moña y la araña

Rubén cautiva a la grada con su picardía y generó la única ocasión de peligro en una batalla de músculo

La noche del Moña y la araña

Bajo el manto del tedio y alto nivel tóxico de un derbi en julio, la nota emotiva la puso el regreso del Moña. Ovacionado, pisó el césped en el segundo acto y gozó de la mejor ocasión de la UD. Catorce años después, volvía vestirse de amarillo como escudero de Sergio Araujo en el frente ofensivo de Manolo Jiménez. Agradó su dinamismo, una elegancia descomunal y el descaro de un ´killer´. El pistolero de oro fue el revulsivo, y el reclamo para iluminar el Municipal de Maspalomas en una Copa Mahou para el bostezo.

Del héroe al señalado. Ni siquiera puede tener una despedida honrosa Raúl Lizoain Cruz. Saltó al césped por Nauzet Pérez y se hizo la indiferencia. Al filo del abismo, tras la contratación de Raúl Fernández, no se llevó en su mochila el cariño de la marea amarilla. Nadie premió sus reflejos felinos, y durante la fatídica tanta de penaltis -el grancanario no detuvo ninguno de los cinco torpedos del ogro del Teide- se escucharon pitos y reproches.

Para Rubén Castro, galones y un sueldo galáctico. Es uno de los monarcas de la nueva era costalera. Con dorsal ´7´ a la espalda, conectó a la perfección con Momo, David Simón, Fidel y Expósito. El Moña está llamado a capitanear este barco, que afronta una revolución: faltan nueve fichajes más.

¿Y qué se le pasó por la cabeza al felino Raúl Lizoain? El meta de la factoría de Schamann del UniónViera-llegó siendo juvenil a la casa amarilla- destila profesionalidad y devoción por el sacrificio. Ya no espera la recompensa de una grada en llamas. Soportó con entereza las acometidas del colombiano Joao Rodríguez. Dos paradas, balón al suelo, puños y reflejos...

Déficit en la generación

La UD completó dos remates a portería de cierto peligro. Las subidas por sorpresa de Simón y la habilidad de Fidel Chaves terminaron convirtiéndose en las armas más letales. Orden en la retaguardia y la falta de un Roque Mesa.

Desde el pasado julio de 2017, cuando el teldense fue traspasado al Swansea por 12,5 ´kilos´, el cuadro amarillo demanda un organizador. Falta una brújula. El nervio combativo de Javi Castellano, la capacidad de Josemi, la elegancia de Vicente Gómez...Atributos que no sirven para gobernar el partido de forma contundente. Sin ese líder, el bloque isleño va de un lado a otro de forma titubeante. Con un miedo patológico a perder el esférico. Intentó Cala de forma inteligente probar con envíos en largo. Y tampoco fue la solución. Momo, generoso y constante en la entrega, fue un salvavidas en el primer tiempo. Estalló Fidel desde la derecha y la UD vio la luz.

En relación al ataque, para asistir a Rubén Castro falta ese príncipe que brinde el último pase. Lo que tendrá que acometer Dani Pacheco. Es la vida sin Jonathan Viera, que ha catapultado al Beijing al cielo. A la espera de estas dos piezas de máximo rango, prima el orden de una UD de acero. "La fórmula secreta es el equilibrio. No somos ni defensivos ni ofensivos. Buscamos el equilibrio. Y en eso estamos", insistía Jiménez, que computa tres partidos sin recibir un gol: 270 minutos.

Le falta mucho recorrido y capacidad de mejora a una UD que trata de recuperar como sea a Tana. El gladiador que trituró a Ramos fue también de los más destacados. Pero teniendo en cuenta lo que viene, no hay sitio para el ejecutor del barrio pesquero de San Cristóbal.

Decepcionó en el plano ofensivo la UD, que tuvo al Moña a su mejor estilete. Mito del Betis, le toca arrasar con el escudo de su vida. Y en la portería, Raúl cumplió pero la faltó la venganza de los penaltis. Hubiese sido el adiós soñado. Dejar su firma ante el talante crítico de una grada amarilla enemiga. "El día que hable, subirá el pan tres euros", insisten en su entorno. En este minuto de la película, la araña desconoce si será el descarte. Pero lo intuye. Es el adiós a un periplo de honor y coraje. En esa puerta de gloria, entre el Moña, un gigante de pólvora.

Compartir el artículo

stats