A la final del Carranza desde los once metros. La ruleta bendita del costalero. Reencuentro con Setién. El morbo elevado a la enésima potencia. Rubén Castro versus Quique. Jiménez versus el emperador de seda. El pulso ante el estratega cántabro es la última casilla de una pretemporada eficiente, marcada por la sobriedad de un sistema defensiva a la altura del desafío -tres goles encajados en siete duelos-. El empate ante el bloque cadista (1-1) deja a grandes rasgos una actuación portentosa del meta Raúl Fernández, la eternidad del alfil Momo y el estreno realizador de Rubén Castro.

El choque se fragmentó en tres partes bien diferenciadas: ritmo, padecimiento y un gobierno autoritario del conjunto grancanario. Hasta que llegó el fallo de Christian Rivera, que provocó el empate agónico del Cádiz de Salvi (93'). Un golazo que forzó un final intrigante.

De la involución, la UD El Moña, a la hora de juego, salvó el expediente de un conjunto alborotado, que sigue sin encontrarle acomodo al delantero Rafa Mir -ayer volvió a jugar por la banda derecha y dejó al delantero isletero como única referencia-.

La lesión de Benito Ramírez puso fin al calvario del extremo reconvertido a lateral zurdo. Los experimentos, a una semana del inicio de la competición liguera, se pagan. Tras un inicio esperanzador, el Cádiz se adueñó del encuentro hasta que Rubén Castro alzó la voz, respondiendo a un centro milimétrico de Fidel desde la derecha. Peinada eléctrica y gol. Era el segundo balón que acariciaba en el área. Letal, solitario y un pistolero medieval. La primera fue un remate que se marchó desviado a centro de Álvaro Lemos. Tras la lesión de Sergio Araujo -un mes de baja-, la mejor noticia es la sonrisa de la estrella. Rubén I, el conquistador de la UD costalera. Y un wasap para Setién: '¡Aquí estoy!'.

Raúl Fernández, con cinco intervenciones de mérito en el primer acto, dejó su carta de presentación en el Carranza y sepultó el debate de la portería. Si es que existían dudas sobre el reinado del meta de Lezama, petición expresa de Manolo Jiménez. Inquietó lo suyo en la tanda fatídica -tres remates del Cádiz terminaron entre la madera y la grada- y aportó una seguridad extrema en cada minuto del duelo. Por arriba, por abajo, por la derecha y por la izquierda. La confirmación de que se ha ganado el puesto, igual que Lemos, que escenificó su mejor encuentro de amarillo. Brinda unos 'platanitos' milimétricos al más puro estilo David Beckham.

El veneno de la posesión

Insiste Jiménez en aprender los códigos y el lenguaje de la categoría infernal. En Segunda, se acabó la seda. Reina la contundencia. Y ahí, el costalero, domina la escena. Le ganó la partida inicial a Cervera. Salvo las carreras inapropiadas de Mir, que debe regresar a su hábitat natural: el área. El jardín prohibido.

El Cádiz salió con Gil; Rober Correa, José Mari, Álex Fernández, Marcos Mauro; Matos, Agra, Mario Barco, Aketxe; Kecojevic y Manu Vallejo. Agazapado, le entregó el balón a la UD. Con Momo de mediapunta, los amarillos salieron con Fidel y Mir en los costados. Rubén Castro era la única referencia bendita en busca del Santo Grial. Javi Castellano y Vicente portaban el timón. Lemos, Cala, David García y Benito integraban la muralla.

Aviso de Rubén y comienza el baile de Raúl Fernández. Amarilla para David García y un agujero por la banda de Fidel y Benito. Faltaron más automatismos, sistemas para congelar el ímpetu local. La UD sufrió en exceso. Fue aplastada en el tramo final del primer capítulo. Bajo el bombardeo, la actuación estelar del meta titular. Era la noche de Rubén Castro y los meritorios.

Se retiró Benito lesionado, tras una contusión en la cabeza, y Dani Castellano Tanto de Rubén y vía libre a Sacko. El extremo cedido por el Leeds United completó su primera gran actuación. Maneja la UD de Jiménez otros mecanismos como la estampida. Ya no vale solo con el toque.

Un error de Rivera provocó el empate pero el destino es caprichoso. La metamorfosis amarilla, con doce fichajesTodos contra Setién. Jiménez anuncia la entrada de los chicos del filial. El domingo 19 espera el Reus. Pero llega la cita del morbo tras el recital de los meritorios: Raúl, Momo y el Moña.