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Repaso por la historia

La gran victoria del UD Canarias

El equipo venezolano, fundado por emigrantes canarios, conquistó hace medio siglo la Liga del país sudamericano

Mamé León y Martín I (d) en el Estadio Insular recordando viejos tiempos, hace dos semanas. SANTI BLANCO

Venezuela y las Islas Canarias siempre han volado cogidas de la mano. Desde el siglo XVI hasta el siglo XXI. Desde los 'barcos fantasma' hasta los campos de fútbol. Desde el velero 'La Elvira' hasta el Olímpico de Caracas. La octava isla canaria merece mención siempre y cuando se hable de la historia de un pueblo que tiene como única frontera la mar. Fueron muchos los canarios que usaron sus alas para huir del nido. Durante los años posteriores a la posguerra, se calcula que hasta 60.000 canarios de todas las islas emigraron hacia Venezuela y otros tantos hacia diferentes partes del continente.

En 1963, un grupo de los emigrantes que residían en tierra venezolana decidieron llevar a cabo una idea por la cual superar la nostalgia derivada de uno de los pilares de la vida cotidiana de la mayoría de los isleños: el mundo del fútbol. Así nació la historia de la UD Canarias. Un equipo que pronto se confirmaría como el buque insignia de aquellos que habían dejado su mente y su vida en las Islas, pero cuyo cuerpo se encontraba a miles de kilómetros de distancia. Travesía que perseguía el único fin de esquivar los brazos de la miseria, que generalizaba el ambiente de unas Islas sumergidas bajo el negro futuro del aislamiento. Con el pasar de los años, los emigrantes hicieron vida en tierras americanas dejando sus costumbres allá donde pisaban y absorbiendo lo propio de la cultura venezolana, en este caso.

La cúspide del fútbol canario

Mientras tanto, Canarias se encontraban en un periodo fructífero en lo relacionado al fútbol del equipo de la capital grancanaria. Se produce, por lo tanto, una historia paralela entre los mejores años de la UD Las Palmas y los correspondientes a la UD Canarias. Dos de las figuras que presenciaron en primera línea esta etapa del fútbol canario son el lateral Manuel Martín, también conocido como Martín I, que vistió las camisetas de la UD Las Palmas y de la UD Canarias, junto a José Manuel León, también conocido como Mamé León, extremo y octavo máximo anotador de la historia de la UD. Dos futbolistas que conjugan la que es considerada como la mejor generación de futbolistas canarios, los tan aclamados diablillos amarillos, que ganaron el Campeonato Juvenil de 1962 bautizados con dicho apodo mientras la fundación de la UD Canarias, estandarte de los canarios emigrantes, fraguó de una idea a una realidad.

Eran muchos los canarios que dirigían su mirada hacia el Insular desde la distancia. "La fiesta del ascenso del '64 se vivió tanto en Caracas como en Las Palmas, el seguimiento y el apoyo a la UD era constante", recuerdan los exfutbolistas. Sin embargo, poco se conoce sobre la fundación de la UD Canarias. "La gente que emigra tiene la necesidad de reunirse", relata Martín I al ser cuestionado por el origen del club.

Los isleños, como se les conocía a los jugadores y a la afición, vestían llamativas camisetas amarillas en honor a un equipo que también brillaba en su lejanía. Su estreno dejó que desear, una sola victoria frente al La Salle (3-1) plasmó una negra temporada liguera para la entidad, que finalizó como último clasificado. Sin embargo, en 1963 se proclamaron como campeones de Copa, primer título.

Poco tuvo que llover para que alcanzasen las cotas más altas del fútbol venezolano. En 1968 alzaron el 'doblete': Liga y Copa, hecho que celebra sus bodas plata. Los éxitos a nivel nacional llevaron a los canarios a seguir volando para debutar en la Libertadores al año siguiente y, a su vez, en la Recopa Sudamericana de 1970. Dos años también históricos para el conjunto amarillo al que emulaban, pues se consiguió el mejor puesto liguero hasta ahora cosechado por el club: el subcampeonato del curso 1967-1968.

No obstante, tres años atrás en el tiempo, se había producido un hecho que marcaría la vida de muchos de los protagonistas que hoy recuerdan lo sucedido como si viajasen a 1965. Aquel fue el año en el que los dos equipos amarillos se encontrarían en lo que sería un momento irrepetible para el fútbol canario, dejándose ver en sus respectivos caminos hacia el éxito. Lugar de encuentro, Caracas. El porqué, un torneo amistoso. Los allí presentes: el AC Milan, el CD Italia, la UD Canarias y la UD Las Palmas. Un torneo homenaje para los emigrantes, tanto hacia los canarios como hacia los italianos, pues formaban dos polos de población a subrayar para la Venezuela de la década de los años sesenta. León y Martín I, que recientemente había debutado con el primer equipo, recuerdan que "el recibimiento y el homenaje fue muy emotivo, el ambiente era tremendo". Teniendo en cuenta la expectación que creó en la ciudad un torneo amistoso, aun siendo de talla mundial, se explica que el equipo, bandera de la emigración canaria, llegase a conquistar el cielo.

En 1964, con tan solo un año de historia, se proclama como subcampeón nacional, para en 1966 repetir dicha hazaña. Tras el doblete de 1968 y durante el año del debut internacional, volvieron a quedarse a las puertas de la Liga, al igual que les ocurrió en Copa. Durante la Libertadores de 1969, el equipo no paso de la primera fase, en la cual cosechó una victoria, dos empates y tres derrotas; aun habiéndose reforzado con jugadores de alta gama, sobre todo canarios. Ya en 1970, ante la retirada del Deportivo Galicia, representó a Venezuela en la Recopa Sudamericana pasando sin pena ni gloria tras caer eliminados en primera fase, pero manteniéndose invictos.

Las buenas relaciones que existían entre ambos clubes, específicamente entre Andrés Hernández, Secretario Técnico del club venezolano, y Jesús García Panasco, secretario general de la UD, posibilitó la salida, en calidad de cedidos, de varios jugadores , como es el caso de Martín I, junto con José Ángel y Vicente García. "Llegamos para reforzar al equipo en vísperas de la Libertadores", cuenta Martin I. Asegura que la experiencia que tuvo en aquel torneo entre emigrantes y del partido contra el Canarias (4-0) fue lo que "motivó mi ida para Venezuela, aunque me lo propusiesen poco después del partido amistoso, se me pasó por la cabeza la aventura en 1969". Eso fue cuatro años después de su primer viaje.

Continua exponiendo que lastraba una serie de problemas físicos que facilitaron la ida para Venezuela. Además de los mencionados, ta,bién estaban por allí los hermanos Ravelo, Antonio y José, que destacaron en la selección venezolana, al igual que Mauro, exjugador también del Hércules y del Tenerife, Andrés Socorro, padre del exfutbolista de la UD, Juan Carlos Socorro, ni a Ovidio, Tony, Godoy, entre otros nombres de canarios que fueron a probar suerte hacia América, pero que en vez de dedicarse a la agricultura o a la industria automovilística, encontraron en el fútbol la forma de recuperar el recuerdo de los campos de tierra que vestían los suelos de Canarias.

Veintiún años separados

La relación que existía entre jugadores y directivos también era fructífera. Martín ejemplifica este punto en base a un directivo natural de Güímar, Manuel Gómez Delgado, del que guarda un grato recuerdo. "Don Manuel me realizó una oferta ya finalizado el período de cesión para trabajar con él, yo me lo replanteé pero tenía mucha añoranza de la familia y de las personas que había dejado aquí". Relata que en el momento en el que el directivo le propuso la posibilidad de seguir vinculado al club y a los proyectos personales de este, le preguntó lo siguiente: "¿Cuántos años llevas sin ver a tu madre?", la respuesta le dio la solución ante dicha encrucijada. "Veintiún años, me contestó", sentencia el exfutbolista.

El papel de los canarios, junto al de los italianos, portugueses, gallegos o yugoslavos forman parte indispesable de la explosión del universo futbolístico venezolano. A dicho proceso se le conoce como el 'Fútbol de las Colonias', en referencia a las población existentes de emigrantes. Aunque el origen del fútbol en Venezuela se remonte al siglo XIX y el protagonismo recaiga en la parcela británica presente, con el transcurso del siglo XX entra en juego una coyuntura diferente para el balompié del momento. El éxodo europeo permitió expandir entre los sectores obreros relacionados con la emigración un deporte poco conocido en América. La historia de los que cruzaron el sombrío Atlántico, creó, sin ellos saberlo, el continente del deporte rey. Cuna de estrellas. El Canarias se apagó a finales de los 70, pero su labor ya era inmortal

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