La picardía sepultó la gran depresión. El fin de la era maldita de las tinieblas. El amanecer costalero ya gobierna la tabla. Fue la noche de Rubén Castro Martín con su vigésimo doblete en el infierno de plata. El depredador más despiadado del lejano oeste anotó dos tantos y tumbó al Reus (2-0) en el Gran Canaria. 196 días después de la última victoria ante el Málaga -con un gol de Alen Halilovic el cuadro amarillo vuelve a sonreír. Y lo hace gracias al dogma de Manolo Jiménez: equilibrio y precisión. Del holocausto del descenso ante el Alavés en abril a la ilusión. Viva El Arahal. La fe de la pasión.

El estratega sevillano manejó el partido a su antojo. Lluvia de variantes. Posesión y contragolpe. De dominador a dominado. Multitud de recursos tácticos para maniatar a un combativo rival. En el reino costalero, decide Rubén Castro y maravilla la serenidad de Cala.

La UDCatorce fichajes -Maikel Mesa fue presentado ayer- y un nuevo ecosistema táctico por descubrir.

Bajo el (2-0) se esconde un manto de oficio. Toneladas de sobriedad. En el primer fotograma del encuentro, bastó un toque magistral para sorprender al meta Edgar Badía desde el corazón del área. El modesto conjunto catalán, con siete bajas, llevó la iniciativa en gran parte de un partido que retrató el conservadurismo extremo de Manolo Jiménez. Pero también su inteligencia. De la presión criminal se pasó a un estado de reposo. El cuero era del conjunto catalán, y la UD se convirtió en un lobo diabólico.

El cuadro amarillo salió con el arquero Raúl Fernández, que no tuvo que completar intervención alguna de mérito -los dos disparos del bloque tarraconense se fueron rozando el palo-. La muralla estuvo sobresaliente: Lemos, David García, Cala y Dani Castellano. Los mosqueteros del ciclo costalero. Desde la compenetración y el coraje, lo de los centrales merece un monumento. Deivid -fuera de la convocatoria- y Mantovani lo tienen crudo. Pero faltan 41 batallas.

En la zona de creación, Javi CastellanoVelocidad y fantasía. Como arquitecto espiritual de la criatura, de un plantel que maneja diversos idiomas, Rubén Castro. Era la noche de David García Santana -iguala la marca de 453 partidos oficiales de Germán Dévora-, pero El Moña se empeñó en alzar la voz. Cada intervención era un motivo de pánico rival. A sus 37 años, lleva el gol en la sangre.

La trampa del paso atrás

El bloque de Jiménez lució personalidad pero en el 57' se cayó el belén. La espera de Fabio en la banda ilustraba la falta de un plan 'b'. El dominador pasó a dominado. Un cazador, cazado. Ver para creer. Pero cuando agonizaba la bestia, Rubén cerró el partido en el minuto 70. Lo demás, la poesía camaleónica del costalero. ¿Cómo se puede parar a este equipo? Araujo y Tana, dos exponentes de la era del caviar, estaban lesionados en la grada. Hay fondo de armario. Faltaba más glamour en un proyecto temible.

En el minuto dos, la presión amarilla fue un ejercicio coral. Perversos desde la coordinación. Morder por el balón. El primer mecanismo a estudiar. Diez gladiadores encima del jardín de Badía. Con el 4-1-4-1 como bandera, uno a uno, cada jugador amarillo tenía una pareja de baile.Centro de Rafa Mir desde la banda derecha y atrapa el arquero visitante -minuto tres-.En el 14', Mikel se desploma y precisa de atención. Protagonismo absoluto de la UD, con el control y posesión del esférico. De un lado al otro.

El grancanario Borja Herrera recibe un corte en la cabeza y vuelve a dejar mermado al Reus. El modesto latía de susto en susto. Acojonado por la puesta en escena del ejército legionario. Combinan Momo y Dani Castellano por el costado zurdo y el disparo se marcha por encima del travesaño. Mir, de cabeza (13'), insiste en el dominio artificial amarillo. Momo, sublime, levanta el esférico y conecta con Galarreta. El balón termina en la bota de Rubén. Y a la red.

Cambio de guion. Paso atrás. Amarilla para Galarreta (22') y Momo.La ocasión más clara del cuadro catalán llegó tras un error de Rivera. Hay concesiones que cuestan muy caras. Primer calvario.

Cayó la UD -desde el 29' al 55'- en una fase depresiva. Entra Gonzalo por el lesionado Mikel y el Reus controla el partido a su antojo. O eso parecía. Amonestación para Javi Castellano (35') y explota el nerviosismo en la grada. Rubén Castro pone a Mir solo ante el rival pero falla en el control. Tiro cruzado de Carbia y otra ración de pánico.

Se alcanza el descanso con un control genial de Galarreta. Lucha por convertirse en el nuevo Viera. Dejó destellos. Tras el ecuador, la UD volvió a bostezar, hasta que un centro de Álvaro Lemos -desde la derecha- lo llevó a la red El Moña.

Fabio y Sacko dieron oxígeno. La dirección del canterano -que entró por un gris Rivera-fue esperanzadora. Es el mejor diamante de la factoría. Las cabalgadas de Sacko encendieron el partenón, que brindó un cálido homenaje al eterno capitán. Cala se sumó al ataque, con fe, y Momo se llevó la enésima muestra de respeto del Gran Canaria.

Noche para la esperanza. Nuevo ciclo legionario. Jiménez se salió con la suya. Desconcertó al Reus y puso en liza a una UD indescifrable. El glamour de las canas. Rubén y García se han ganado el cielo. El ciclo costalero ya siembra el pánico.

Ficha técnica:2. Las Palmas:

Raúl Fernández; Álvaro Lemos, David García, Cala, Dani Castellano; Javi Castellano, Christian Rivera (Fabio, min. 64); Rafa Mir, Ruiz de Galarreta (Sacko, min. 76), Momo (Pekhart, min. 89); y Rubén Castro.

0. Reus: Édgar Badía; Bastos, Catena, Míkel Villanueva (Gonzalo Pereira, min. 33), Borja Herrera; Juan Domínguez, Gus Ledes; Álex Carbonell (Adrián Guerrero, min. 73), Mario Ortiz, Alfred Planas (Ricardo Vaz, min. 80); y Fran Carbià.

Goles: 1-0, min. 16: Rubén Castro. 2-0, min. 69: Rubén Castro.

Árbitro: Milla Alvéndiz (Comité Andaluz). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores locales Ruiz de Galarreta y Javi Castellano, y a los visitantes Alfred Planas y Mario Ortiz.

Incidencias: Primera jornada, LaLiga 1/2/3, disputado en el Gran Canaria ante 12.408 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Gilberto I y Antoñito Jorge, exjugadores de la UD, fallecidos el pasado 7 de agosto.