Cuartos de final, octavos y octavos. Es el balance de la UD Las Palmas en la Copa del Rey en las tres temporadas en las que ha militado en Primera División. El torneo del ko supuso en el primer curso un estímulo y uno de los mejores recuerdos de estos años tras eliminar a Real Sociedad y Eibar y soñar con las semifinales frente al Valencia. Aquel glorioso mes de enero sirvió para consolidar el proyecto de Quique Setién, prueba de que este torneo puede tener un papel clave en el desarrollo de una temporada hasta para los más humildes. En la 2016-17 la UD rozó la hazaña de remontar al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, y en el último curso, en cambio, fue fusilado por el Valencia de Marcelino.

La UD, por tanto, siempre ha superado un mínimo de una ronda en sus tres cursos en Primera. Ahora vuelve a otra Copa, esa en la que los equipos de LaLiga 123 se tienen que pelear durante dos eliminatorias para tener la opción de medirse a un conjunto de la máxima categoría que no dispute una competición europea.

Este formato, que tiene los días contados si se aprueba la reforma de Luis Rubiales, penaliza a los conjuntos de la categoría de plata y, por supuesto, al aficionado. Así, la mayoría se lo toman como una tortura. Pero esta UD está empeñada en mandar otro mensaje, el de que quiere tomarse en serio la Copa. Pero será en el césped donde tendrá que demostrar si el mensaje es una realidad o una pose.

Para empezar tiene este jueves al Rayo Majadahonda (21.00 horas), un conjunto que llega cargado de moral con dos victorias seguidas en Liga. Debutante en la categoría de plata, ha tardado muy poco en exhibir su candidatura a revelación con un proyecto que apuesta por el fútbol vistoso. Y Antonio Iriondo se trae a Gran Canaria, además de a Benito, una convocatoria en la que solo faltan dos de los titulares que ganaron el lunes al Lugo. Hasta tres días de descanso menos han tenido los madrileños. No es ningún lobo, pero tampoco el cordero que puede parecer por su nombre.

Rotaciones totales

Así, la UD no puede relajarse. Jiménez, que dará la convocatoria esta mañana tras un entrenamiento ligero, tiene en mente hacer una auténtica revolución en el once. Incluso cambiarlo por completo. Hasta once jugadores no fueron titulares en la cita del viernes frente al Nàstic, cuando ganó, goleó y convenció. A falta de la recuperación de Sergio Araujo y teniendo en cuenta la ausencia de Rafa Mir por la sub 21, el andaluz parece haber encontrado el primer boceto del once tipo. Así, podría darse la situación de que este jueves la UD salga con los once que no salieron de inicio. Jiménez no descartó a Mir, pero teniendo en cuenta que jugó 45 minutos el martes en Albacete y que aterrizó ayer es difícil pensar que entrará en la lista.

Bajo los palos parece garantizada la presencia de Nauzet Pérez, que volvería a defender la portería de la UD Las Palmas en partido oficial trece años después. Y atrás podrían producirse otros dos estrenos sonados: el de Diego Parras en su debut con el primer equipo y el de Deivid en su retorno cuatro años después. Les acompañarían Mantovani y Dani Castellano.

En el centro del campo Javi Castellano buscará recuperar su sitio en el once en compañía de Christian Rivera, que quedó fuera de la convocatoria del viernes. En la mediapunta Momo se postula para guiar el juego ofensivo. El '11', que se salió en la primera jornada, viene de una lesión. En las bandas contaría con el desequilibrio y la verticalidad de Danny Blum y Hadi Sacko, y en la punta de ataque con la altura de Tomás Pekhart. Los tres han dejado señales de que pueden aportar mucho desde el banquillo, pero tienen la oportunidad de dar un golpe a los planes de Manolo Jiménez. Ellos y todos. Si de verdad se lo toman en serio.