La 'era costalera' no corre peligro. El dramatismo de una pésima noche de octubre en Almería (3-0) no penetra en la sala de mando de la UD Las Palmas Tomamos decisiones por el bien de la institución y su masa social. Todo se arreglará", valoran. Desmarque del populismo. Fe ciega en Jiménez.
Apelan a la "unidad y fortaleza" del entorno para revertir una mala secuencia de resultados. "El sábado lograremos el triunfo ante el Numancia en el Gran Canaria [sábado 20 de octubre, 17. 00 horas]. Seguimos en la lucha. Hay que ganar la guerra; alguna batalla habrá que perder", insisten desde la cúpula, al más puro estilo legionario, como el verde de la segunda equipación de un equipo herido.
La UD encadena tres jornadas sin ganar y no ve portería desde el minuto 75' del pulso ante el Málaga -del pasado 23 de septiembre en el Gran Canaria-. Ha bajado de la segunda a la quinta plaza. En estas nueve jornadas siempre ha estado en puestos de ascenso -tanto directo como en promoción-.
Del Ángel Carro al Heliodoro
La última ocasión que los amarillos cayeron por el tanteador de 3-0 en Segunda fue ante el Betis en el partenón de Siete Palmas. Fue un 15 de marzo de 2015 y Paco Herrera dirigía a los amarillos. Mel era el responsable técnico de los béticos. Jorge Molina (2) y Dani Ceballos lograron los tantos del conjunto de Heliópolis, que logró el ascenso de forma directa. Los isleños subirían desde el playoff, tras eliminar al Real Valladolid y al Zaragoza (2015).
En la campaña 2013-14, la UD cayó tres ocasiones por 3-0 y las tres lejos de la Isla. La primera fue en el Ángel Carro ante el CD Lugo de Setién (3-0) -28 de septiembre de 2013-. La segunda fue muy dolorosa ante el CD Tenerife en noviembre de 2013. Y la tercera fue ante el Real Jaén en febrero de 2014. Estos naufragios se alcanzaron con Lobera en el banquillo de la UD Las Palmas.
Tras ser destituido el técnico maño, Josico y Guerrero portaron el timón y el cuadro amarillo se quedó a las puertas del ascenso. Cayó en la final de forma trágica el 22-J de 2014 ante el Córdoba.
El bloque isleño maneja el segundo tope salarial (19 millones) y está a siete puntos del Málaga, que ostenta el liderato. Los de Jiménez marchan quintos con dos puntos de renta sobre el Albacete -que marcha séptimo-. La segunda plaza está a cinco puntos, pero la UD se desmarca de la angustia.
