La voracidad de Rafa Mir -21 años, 415 minutos y dos goles con la UD Las Palmas- con la selección nacional sub 21, cinco goles en 146 minutos en los últimos 41 días, pone al estratega Manolo Jiménez en un compromiso. Bendita encrucijada. Con el cuadro amarillo en pleno divorcio con el éxtasis del gol -25 fechas sin anotar-, los legionarios disponen de su ataque de lujo. Este sábado, ante el CD Numancia en el Gran Canaria (17.00 horas), Rubén Castro Martín (seis goles), Mir (2), Sergio Araujo y Tomas Pekhart están aptos. Cuatro delanteros y un reto. ¿Son complementarios el Moña, el Chino y Rafa Mir?
Aún no han coincidido en el verde en duelo oficial. Sí lo hicieron ante el Leeds United de Marcelo Bielsa en Inglaterra, en el pulso de más enjundia del verano en el templo de Elland Road. Fue a finales de julio, y la UD cayó por la mínima (1-0). ¿Se la jugará Jiménez con su tridente más diabólico? Mosqueteros de uranio que reclaman su espacio.
Más allá del estallido realizador del depredador murciano con la Rojita de De la Fuente, Jiménez ha ubicado a Mir por la derecha de forma regular. Cinco de sus siete partidos de Liga -ante el Reus, Albacete, Málaga, Sporting y Alcorcón-Ante el bloque alfarero, en su último duelo de amarillo en Siete Palmas, fue retirado en el 52' por el Chino.
Cabreo en la banda
El argentino debutó, tras superar su lesión en el pie, y acompañó a Rubén Castro en el frente ofensivo. Blum y Fidel Chaves también ejercieron de revulsivos (0-0). No hubo manera de perforar la meta de Giménez. Mir la armó en el banquillo. Dejó una muestra patente de su cabreo en el banquillo tras ser sustituido por el '10'. Y Jiménez le respondió en sala de prensa, a una pregunta de este medio. "Me encanta que se enfade. Esta noche [el pasado 6 de octubre] no debe dormir. Si duerme me enfadaría. No le perdonaría. Que quiera ganar es lo bueno, me gusta ese carácter. Hay que enfadarse con los pasotas".
¿Qué quiere Jiménez de Mir? Desde el citado partido de Elland Road, el murciano se ha instalado en la banda derecha. Así comenzó ante el Reus (1ª jornada), con Rubén Castro más adelantado como única referencia y Momo por el carril zurdo. Galarreta ejerció de mediapunta con Christian Rivera y Javi Castellano de timoneros. La UD se impuso con apuros (2-0).
Ante el Albacete (2ª jornada), de nuevo en el costado derecho y retirado en el 68'. Dejó su puesto a Sacko, un extremo puro que viene cedido por el Leeds United.
En La Romareda ante el Real Zaragoza (3ª jornada), Jiménez agitó la pizarra -salió con tres centrales y Lemos y Dani como carrileros-y Mir jugó de delantero centro. Fue el escudero de Rubén Castro. Quedó patente la falta de compenetración, pero marcó el murciano su primer tanto de amarillo -en posición ilegal en el segundo acto para sellar la igualada ante el drama-. Fue retirado en el 70' por el gigante Pekhart.
El estímulo de España
Se ha perdido dos partidos con la UD al estar citado con la Rojita. El primero fue ante el Nástic (4-0), en el mayor festival de pólvora de la armada de Jiménez: goles de Rubén (2), Maikel Mesa y Timor. Luego llegó Extremadura (1-2), y el exatacante del Valencia y Wolverhampton Wanderers de la Premier League actuó de extremo zurdo. El jugador diestro afrontaba su tercera demarcación en la quinta jornada, luciendo su arista polifacética.
Y llegó su estallido de furia ante el Málaga. Suplente y héroe. Saltó en el minuto 64 y marcó en el 75. Saque de banda, peina Blum y Mir deja en evidencia a toda la muralla de López Muñiz. Caía el invencible en Siete Palmas. Éxtasis y penumbra. Comenzaba la crisis de la UD.
En El Molinón, de nuevo suplente. Jugó los últimos 33 minutos, desde la derecha y luego, de ariete. Jiménez apostó por el tridente a la desesperada: Rubén, Rafa y Tomas. No funcionó. Estalla la crisis.
Al alza por su rendimiento estratosférico con España sub 21, Mir solo jugó un partido íntegro de amarillo -1ª jornada-. Cinco de inicio y dos de suplente. Ha sido letal como revulsivo, pero con la Rojita hizo dos de titular ante Islandia.
Jiménez moldea el ataque total. Nueve jornadas, nueve onces. Late en un laberinto. Y el sábado, el Numancia, que encadena tres partidos sin recibir un tanto, calibra la ansiedad. Ayer, sin perder un segundo, Mir regresó al grupo. Tras deleitar en Reikiavik, es la luz. La última polémica habita en el área enemiga.
