Al lado de los tópicos de 'la Segunda División es muy larga' o el manido 'nadie dijo que iba a ser fácil' hay una cuestión mucho más seria. Todos los equipos, incluidos los que acaban ascendiendo, sufren a lo largo de la temporada momentos de dudas, de baches o de crisis. En la UD Las Palmas. El asunto es que está en medio de uno de esos capítulos que acaban olvidándose de un plumazo con un triunfo o convirtiéndose en críticos. Tras un inicio de temporada notable ha encajado tres varapalos seguidos -un punto en tres jornadas- que le han hecho cuestionarlo todo. Tenía la certeza de que contaba con una defensa muy sólida y un ataque letal y viene de ser desnudado por el Almería y de pasar más de tres partidos sin marcar un gol. Alerta naranja aliviada por el triunfo de anoche del Elche sobre el Málaga que le mantiene a siete puntos.

Esos baches pueden servir para dos cosas: autodestruirse o hacerse más fuerte. La clave es superarlo cuanto antes y recuperar la velocidad de crucero. En esas el equipo amarillo recibe esta tarde al Numancia (17.00 horas), un rival muy serio que aterriza en la Isla en su mejor momento de la temporada, con dos victorias seguidas y tres encuentros sin encajar un gol para situarse a solo un punto del playoff y a dos de la propia UD.

La alineación más imprevisible

Para que no se encienda la alerta roja y se cuestione hasta la figura de Manolo Jiménez es imperiosa la necesidad de superar al conjunto soriano. Lo cierto es que el entrenador insular difícilmente puede contar con más alternativas sobre la mesa para encarar el bache. La visita del Numancia llega con Sergio Araujo ya rodado, la recuperación de Rafa Mir, en racha con la sub 21, más la eterna garantía de Rubén Castro. También recupera en defensa a David García tras ser baja en Almería por paternidad y a Sacko, que se encontraba con la absoluta de Mali. Así, sus únicas ausencias por lesión son Momo y Peñalba, de larga duración.

Los planteamientos del técnico han quedado señalados. El 4-4-2 con Maikel Mesa en una banda no ha convencido. La flexibilidad del andaluz en el estilo y en los dibujos, así como las múltiples armas amarillas pueden deparar cualquier sorpresa para corregir el mal momento. El nombre propio de la semana es Rafa Mir después de sus tres goles con la sub 21, lo que contrasta con la sequía de la UD. Con Sergio Araujo y Rubén Castro con la etiqueta de líderes del proyecto, juntar a los tres significaría mover muchas piezas. Y sentar a un delantero en un estado de forma como el del murciano sería igualmente muy cuestionable. Un bendito problema para el de Arahal.

El centro del campo no ha quedado exento de las dudas. David Timor y Maikel Mesa son garantía de calidad y energía, por lo que resultaría complicado verles en el banquillo. En caso de cambios Ruiz de Galarreta sería el primer candidato, con Javi Castellano como alternativa si el andaluz quiere recuperar el equilibrio perdido en Almería. Allí la UD hizo aguas ante la presión asfixiante y los contragolpes de los rojiblancos.

En un panorama como el que vive la UD está en cuestión todo, también los extremos. Danny Blum y Tana han combinado buenos momentos con otros más irregulares mientras que Fidel, aunque ha participado menos siempre ha cumplido con creces. Ante la pujanza de Mir el puesto de todos ellos corre peligro. En defensa radica otra de las pocas certezas del once: David García y Cala en el centro y Lemos en la derecha. Mantovani no aprovechó la baja del capitán en el Juegos Mediterráneos para discutirle el puesto. En los laterales, aunque fueron desbordados en Almería, solo De la Bella podría ser relegado en detrimento de Dani Castellano, aunque parece poco probable dada la confianza que ha mostrado Jiménez en el catalán. Otro de los pocos de los que no se duda es el pilar de Raúl en la meta.

Enfrente, un Numancia rebosante de confianza y sin nada que perder. Tras disputar el playoff la temporada pasada ha llegado López Garai al mando. Juan Carlos en la portería, Atienza en el centro de la zaga, Diamanka en el doble pivote y Villalba en la mediapunta forman su columna vertebral.

El partido, además, es el plato fuerte de una enorme campaña contra el cáncer de mama que ha llevado a cabo la UD en las últimas semanas. El uso de la camiseta rosada para disputar el encuentro corona una serie de iniciativas que han incluido un spot, venta de camisetas y pulseras. Una fiesta solidaria de la que la UD no puede dejar escapar los tres puntos.