1.080 minutos. Doce jornadas. Y un estilo bajo sospecha. La UD de los 19,2 millones de euros luce 20 puntos en el casillero, con 17 goles a favor y diez en contra. Si mantiene esta media, terminaría con 70 unidades. Los mismos que tuvo el Girona para lograr el ascenso directo con la segunda plaza en la pasada edición liguera. Los de Manolo Jiménez, a falta de que el Granada dispute su partido ante el Real Zaragoza, están a cinco puntos del Málaga -primer clasificado- y a tres del Deportivo -que marcha segundo-. El gol de Duarte, en el fatídico minuto 94 y 50 segundos, asestó una puñala fatal a la UD, que vio como se le escapaban dos puntos que dejaban a los amarillos en una situación inmejorable. Una victoria -ante el Numancia por 3-0- en las últimas seis jornadas es el botín de las sombras. ¿Qué está pasando?

Ante el cuadro de Natxo González, la UD entregó el balón y fue sometida en el primer acto. Los amarillos completaron un tiro a portería -el golazo de Galarreta- por los cuatro remates entre los tres palos de Raúl Fernández del bloque deportivista. El dato de los saques de esquina es más sangrante: uno por los locales y ocho por los visitantes. La posesión fuera para los gallegos: 56 %. En el total de los remates, diez por los de Jiménez y 13 por el Dépor. La UD hizo más faltas (19 por 12) y el tanto de Domingos Duarte -en el 94', tras un saque de esquina- acababa con la racha de imbatibilidad del cuadro amarillo en el partenón de Siete Palmas, que era de cuatro partidos (360'), más los 94' del pulso de ayer y los últimos siete ante el Albacete.

Saltó por los aires del registro de 461' bajo la mirada perdida del exportero del Athletic Club de Bilbao o Levante UD. El cuadro amarillo tiene más plantilla que puntos, y ha perdido el registro incisivo de sus extremos. Ante el Deportivo, la predisposición inicial fue la de jugar con Javi Castellano ubicado a la izquierda, en un sistema de 4-1-3-2. No recurrir a activos de desborde como Fidel, Blum o Sacko, ante un rival sin extremos, resultó dramático. Jiménez tiene la solución en su fondo de armario y debe mirar con firmeza al horizonte.Tiene un Ferrari.

Llegan Elche y Granada. Pasa el tiempo, y solo queda convencer con el sello frenético que hizo campeón al AEK de Atenas y elevó a Araujo a los altares. La UD pragmática que aplastó al Málaga, Reus, Numancia, Nástic o Extremdura vale para conquistar el paraíso. Pero aferrarse al 1-0 como dogma de acero tiene su cuota de riesgo. Es la ley del minuto 94 y 50 segundos. El Gran Canaria reclama la mejor versión del costalero. Es el antídoto a los resultadistas ilustrados.