Gaby Peñalba, alta para enero. El centrocampista argentino de 34 años vuelve a sonreír. "Estaré listo en enero; ya trabajo con el grupo". La frase del timonero de Quilmes, cuyo contrato se extingue el próximo 30 de junio de 2019, pone fin a un calvario de 261 días de agonía. Bienvenidos al infierno. Una lesión, una condena y el coraje para volver a luchar desde el 1 de enero por un puesto en el engranaje táctico de Manolo Jiménez. Con ficha profesional, Peñalba se lesionó el 17 de febrero en el Gran Canaria ante el Sevilla de Roque Mesa.Su fichaje -mercado invernal de 2018- fue petición expresa de Jémez.

Lo que era una rotura de un Quiste de Baker en la rodilla derecha, para solo dos semanas, como manifestó el propio club amarillo, terminó siendo una pesadilla de ocho meses, con paso por Barcelona, para ser examinado por Cugat, e intervenido en Finlandia (julio). Superada la angustia, Peñalba es el rostro número 24, en un plantel que dispone de una ficha libre tras la marcha, en calidad de cedido, de Christian Rivera a la SD Huesca. Con siete partidos de amarillo (572') en la máxima categoría, Peñalba brilló y resultó determinante con Paco Jémez.Orden, disciplina, entusiasmo y energía

. El 17 de febrero se lastimaba ante el Sevilla y pedía el cambio (42') y bajaba al averno. El primer diagnóstico era de dos semanas 'KO' por una rotura del Quiste de Baker. No volvería a jugar más.

Trató de regresar y recayó por culpa de un error en el plazo de baja. El 3 de abril visitaba al doctor Cugat en la Ciudad Condal. En Barcelona, los especialistas admitían que el 'diagnóstico fue el correcto' pero que fallaron en el tiempo de baja. Peñalba llegó a infiltrarse en varias ocasiones. Así se publicó en este medio: 'El médico, tras examinarle, le aseguró que el diagnóstico de su lesión, efectivamente, era una rotura del Quiste de Baker, pero que en vez de dos semanas de baja debió estar como mínimo cuatro para que su herida interna terminara de cerrarse'.

El 19 de julio, Garcés, responsable de los servicios médicos de la UD, fue categórico ante el preocupante estado de salud del centrocampista argentino. "En este momento Peñalba no está apto para jugar a nivel profesional", aseguró el galeno en los micrófonos de la Cadena SER. Pasó por el quirófano y fue el cirujano Sakari Orava el que obró el milagro. Se le detectó una 'rotura parcial en región distal del tendón del semimembranoso, con línea de fractura tibial y probable fragmento óseo'. Fue operado en el Hospital Neo, en la ciudad de Turku (Finlandia) y comenzaba la cuenta atrás: cuatro meses 'KO'. Se cumplen en noviembre y ya está a las órdenes de Jiménez.

Garcés, que había arrojado la toalla, se mostró incluso pesimista. "Nosotros no hemos conseguido solucionar su problema y si en Finlandia no lo lograran la verdad es que ya no sabríamos qué hacer". Peñalba ya sonríe. El exjugador de Tigre, Veracruz, Cruz Azul, Argentino Juniors, Quilmes, Cagliari y Estudiantes de La Plata ve la luz. Ya sin Rivera, Gaby tendrá que luchar con Timor, Galarreta, Mesa y Javi Castellano por su plaza en el régimen costalero del rigor.