Cerró su fichaje con Las Palmas Atlético este verano después de haber abandonado la casa amarilla en 2012 y poner rumbo al Betis. ¿Cómo se siente tras su vuelta a la Isla?
Me encuentro como en casa. Los compañeros me han acogido muy bien y compartimos la idea de hacer un buen año deportivo.
¿Esperaba una acogida tal y como la está viviendo?
La verdad es que todos me han tratado genial, desde el entrenador hasta los fisios. Tenía en mente que el ambiente podía ser el que se está produciendo.
Pasó seis años fuera de Gran Canaria, cuatro temporadas con el Betis y dos con el Real Madrid. ¿Qué destacaría de su experiencia en la Península?
Creo que maduré mucho más rápido de lo normal. Al estar sin la familia y sin los amigos, te ves en situaciones que no son cotidianas y por lo tanto aprendes a estar preparado para ello.
¿Cómo recuerda la llamada del Real Madrid para que formase parte de La Fábrica ?
Fue muy emocionante. En ese momento tenía que renovar con el Betis, pero llegó la oferta del Madrid y al club más grande del mundo no le puedes decir que no.
¿Esperaba que un club grande pudiera fijarse en usted?
Para nada. Fue una sorpresa total. No me lo creía; solo pensaba que dónde había que firmar para poder cerrar el contrato.
¿Existen diferencias de trabajo entre la cantera del Real Madrid y la del Betis o Las Palmas?
Están un paso por delante. La Ciudad Deportiva tiene unas prestaciones que en otros sitios no existen. El trato humano sí es el mismo, al menos lo que yo viví.
En el filial blanco tuvo a Guti y a Solari como entrenadores. ¿Cómo los definiría?
Guti transmite la misma forma de ver el fútbol que él jugaba. Le gusta mucho el juego de toque y arriesgar con la pelota. Solari, por su parte, es más argentino, le gusta llegar rápido a la portería contraria e impone un ritmo más intenso.
¿Con quién disfrutó más?
Sin duda, con Guti. Era más cercano, hablaba más. Solari, en cambio, fue más cerrado conmigo.
Tras la destitución de Lopetegui, Solari le sustituyó como primer entrenador. ¿Cree que puede mantenerse en el cargo?
Es una persona con mucho carácter, así que puede ser el entrenador con mano dura que creo que le hace falta a los jugadores.
Él ha tenido la ocasión de subir al primer equipo, ¿se veía usted disfrutando de la oportunidad de jugar con las estrellas?
Cuando uno ficha por un equipo siempre piensa en llegar a lo más alto. Si estás ahí es porque piensas que puedes llegar, sino te vas a otro lado.
Pero la competencia que tenía era muy dura...
Es evidente que los jugadores que llegan al Real Madrid son los mejores, están consagrados a nivel mundial. Además, con Solari no goce de muchas oportunidades, así que era difícil que despuntara para llegar al primer equipo.
¿Su continuidad fue clave para que no continuase en la disciplina del Real Madrid?
Después de volver de la cesión al Recre, que él siguiera siendo el entrenador del Castilla provocó mi salida. Sabía que no era de su gusto y por eso me quise marchar.
¿Pero ese comportamiento se limitaba a la relación deportiva o también era así fuera del campo?
No, con él la relación fue buena, fue algo deportivo. Aunque si se hubiera quedado Guti hubiera sido mejor para mí (ríe) .
En estos once partidos ligueros disputados con el filial, ¿cómo ve al equipo?
Bastante bien. Lo que pasa es que hemos tenido muy mala fortuna de cara a gol. El míster nos dice que con la calidad que tenemos y compitiendo igual, las cosas mejorarán porque tenemos más a nuestro favor. Estoy seguro de que esta semana contra el Guijuelo se verá el trabajo que hemos estado realizado en los entrenamientos.
Acumula 207 minutos. ¿Esperaba tener más protagonismo?
Bueno, llegué tarde al equipo. Firmé a falta de una semana de empezar la Liga, el equipo empezó bien y ahora estoy intentado ganarme la confianza del míster .
¿Cómo es Juan Manuel Rodríguez en el vestuario?
Nos mete mucha caña. Eso gusta en el equipo. Preferimos un entrenador que sea así a uno que sea más pasota.
A diferencia de Solari, ¿nota que Juan Manuel tiene confianza en usted?
Diría que sí, si no tendría menos minutos. Estoy trabajando para hacerme con un hueco en el once, aunque la decisión siempre será del míster.
