Manolo Jiménez prefiere no hablar. No por ahora. Su elección es marcharse en silencio, sin intoxicar, sin hablar de lo malo, que sabe que lo hay. Eso sí, quiere dejar claro, a modo de último mensaje, que pese a haber sido destituido como entrenador de la UD Las Palmas el pasado viernes tras el empate en casa frente al Granada (2-2), está con el equipo en su lucha por el ascenso a Primera División.

"Estoy seguro de que esta plantilla conseguirá los objetivos marcados porque hay un vestuario humano de 10. ¡Gracias por todo!". Con esa frase expresada a LA PROVINCIA, el ya extécnico amarillo reaparece después de su última rueda de prensa, cuando todavía el club no le había comunicado la decisión de prescindir de él. Eso sucedió minutos después en el vestuario del cuerpo técnico.

El viernes, Jiménez fue de los últimos en salir del Estadio de Gran Canaria. Al día siguiente acudió a El Hornillo para recoger sus cosas y despedirse de los jugadores de una manera más formal. Luego se marchó a Sevilla y regresó el martes para realizar diversos trámites con el objetivo de concluir su vida en la Isla, donde residió durante casi cinco meses, muchos menos de los que esperaba.

En su mensaje recogido por este medio insiste una vez más en algo que ya quiso dejar claro en su comparecencia del jueves -previa al encuentro- sin que nadie le preguntara: la defensa acérrima a sus jugadores.

"Estoy tremendamente orgulloso de esta plantilla. Quiero hacer un inciso en esto. De lo mucho que me comentan que se ha dicho, sólo me ha molestado una cosa: que se haya dicho que esta plantilla está dividida. El aficionado de la UD Las Palmas debe sentirse muy orgulloso de tener una plantilla y un vestuario tan sanos como los que tenemos", declaró a la prensa.

Y también vuelve a sentenciar que el cuadro isleño conseguirá su objetivo de volver a la máxima categoría, algo que, por otra parte, también había transmitido desde su llegada. Sólo pedía que no hubiera prisas porque no se asciende en octubre o en noviembre, sino en mayo o junio.

Intuición y números

Pero el presidente Miguel Ángel Ramírez intuye que la manera para lograr el ascenso es con el regreso de Paco Herrera y el cese de Manolo Jiménez, que deja al equipo en puestos de playoff -sexto-, con 19 goles a favor -sólo por detrás de Dépor, Málaga y Albacete- y sin haber perdido con ninguno de los cinco equipos que le preceden en la tabla -sólo venció al Málaga-.

Sin embargo, más allá de los números, en el club entienden que, mientras el resto de rivales directos llevan una línea ascendente, en la UD sucede todo lo contrario por la falta, sobre todo, de un estilo definido y un equipo reconocible. Así que el sevillano ya es historia. Sólo el tiempo dirá si la decisión fue acertada. Jiménez está convencido de que los amarillos subirán. Y de no decir más que lo publicado por este medio, al menos por ahora.