Un triunfo en las últimas nueve jornadas. Ocho puntos en 62 días. El ascenso directo, objetivo fijado por los mandatarios, está a ocho puntos. Y llega el Oviedo. La final del pánico. ¿Cómo analiza la crucial batalla del domingo?
Tenemos que darle la vuelta a la situación, todo pasa por estar tranquilos. Debemos confiar en nuestro trabajo. No estamos sacando fruto del sacrificio que estamos haciendo. En este punto, conviene salir de la presión que nos acompaña y que entra en el vestuario por los resultados. Así como por la presión y necesidad de celebrar una victoria por parte de la afición. Es comprensible este clima, pero marco como pensar partido a partido. No puede pensar en el ascenso en la jornada 13.
¿Faltó humildad a la hora de etiquetar al plantel como el mejor de la categoría y el rival a batir de una Segunda de oro?
Por supuesto, prefiero ir de tapado como otro equipo que está arriba [en relación al líder AD Alcorcón con cinco millones de tope salarial]. Todo lo que se especuló al hacer la plantilla; no ayudó. Hay que hablar dentro del campo y no fuera. Tenemos que revertir la situación, que no es la que nos esperábamos hace un mes. Solo ha sido un mes (...) Hace poco estábamos peleando por estar en los más alto; hay que tener tranquilidad. Deben confiar en la UD, hay un grandísimo equipo.
Nueve goles encajados en cinco partidos. No hay un estilo definido... Errores 'grotescos' en defensa como los catalogó Raúl Fernández. ¿Usted cómo solucionaría la crisis de la UD? ¿Qué herramientas futbolísticas aplicaría?
Los jugadores somos los que somos y hasta que no se abra el mercado [1 de enero], pues no entrarán ni saldrán futbolistas. Aquí está el equipo; está todo inventado. El míster [Paco Herrera] tiene que encontrar la fórmula para ajustarlo. Es una cosa del entrenador, los futbolistas solo podemos trabajar y pelear.
Ya se gastó la bala del entrenador -Herrera por Jiménez-, el domingo, la grada mirará al plantel. ¿Llega la hora de los jugadores?
Sí, está claro. Tras un cambio de entrenador ahora se mira al campo. Como le digo, tenemos que estar tranquilos. Somos un gran grupo: trabajador, ambicioso... Pero se antoja prioritario escapar de toda esa presión que tenemos encima.
¿El tridente de la UD -Mir, Rubén y Araujo- es fiable? ¿No provoca desajustes en defensa? ¿Se siente cómodo por la derecha?
El tridente sí que funcionó. Se demostró en las jornadas que coincidimos [victoria ante el Numancia y empate ante Mallorca, Dépor y Elche]. Luego me fui con la selección nacional sub 21. Metimos goles [8] y las sensaciones fueron positivas. Valoro que sí es utilizable; hay que encontrar el encaje en la fórmula táctica de Paco Herrera para que funcione. El tridente da resultado.
Es un depredador del área. Su posición natural es la de delantero. Suma cuatro goles en 739'. ¿Le ha perjudicado jugar de forma asidua por la derecha -tanto con Jiménez como con Herrera-?
Si lo analiza bien, he jugado más partidos en la banda diestra que de delantero. Tanto en el Valencia como en los Wolves, e incluso en Las Palmas, he participado más por la derecha que de punta. Al final, los entrenadores tratan de acoplar sus jugadores a sus ideas. Me encuentro bien, aunque de delantero tendría más opciones de marcar. Soy un goleador, así es como me defino. Hablé con Herrera, le dije que he jugado en esa posición escorado en banda derecha. Optó por cambiarme en el descanso [en el Carranza]. Es una decisión suya, no puedo hacer otra cosa que trabajar. Tengo mis ideas claras de lo que quiero. El tiempo pone todo en su sitio.
El UD-Oviedo está marcado por el misterio. Se avecinan cambios. Tanto en defensa como en ataque. El tridente está en peligro. ¿Entendería ser suplente?
No puedo permitírmelo. Para ir a la selección lo tienes que demostrar y debes hacer goles. Precisas de minutos. Ser suplente te resta mucho; trabajo mucho para poder ser titular en este equipo. Y si no es así, miraríamos otras opciones. Pero no pasará. Lo digo desde el respeto a mis compañeros y técnicos. Tengo que jugar para hacer goles e ir con España. Es todo una rueda.
Usted se juega la Eurocopa de la categoría sub 21 de junio y los Juegos Olímpicos 2020... ¿A qué se refiere con 'otras opciones'?
Se lo digo con sinceridad y responsabilidad. Tengo las ideas muy claras, mi familia también. Las cosas son así, sé lo que quieren.
Restan cuatro jornadas para finalizar 2018. ¿Si encadenase cuatro suplencias valoraría irse?
No. Me niego a pensar en eso. Trabajo durísimo. Y luego decide el entrenador. Mi aspiración es jugar con la selección. Todo es una rueda.
¿En su contrato hay una cláusula en la que deba jugar de titular con la UD, y en caso contrario, la entidad isleña debe abonar una compensación monetaria?
Nada de eso es verdad. Tengo una cesión de Wolves [Wolverhampton Wanderers Football Club de la Premier] y si juegas, es que te lo has ganado en el campo. No hay nada extraño. Trabajo como un animal, cuido mi alimentación, trato de mejorar aspectos técnicos... Mimo todos los pequeños detalles.
Si disputa la Eurocopa sub 21 de Italia y San Marino -16 al 30 de junio- se perdería el 'playoff' de ascenso. Solo le queda subir de forma directa de amarillo.
Hay equipo para lograrlo. Necesitamos encadenar una secuencia positiva para salir del bache. Tenemos un grandísimo equipo, pero de igual manera debemos ser humildes y pensar que los rivales también juegan. Debes pelear por el objetivo con los pies en el suelo. Remar juntos y trabajar en la misma dirección.
¿Qué diferencias ha detectado entre la partitura de Manolo Jiménez y la de Paco Herrera?
Cada entrenador tiene sus ideas, Herrera lleva muy poco tiempo. El cambio [16 de noviembre] me pilló en la selección y la semana pasada ya pude trabajar unos días. El míster quiere tener el balón y ser dueño del partido para hacer su juego.
El 16 de noviembre estaba concentrado con España, ¿cómo se enteró de la destitución de Jiménez? ¿Por el grupo de wasap de los jugadores amarillos?
Lo supe por los perfiles del club, también se habló por wasap. Al final es una decisión del presidente [Miguel Ángel Ramírez], es el que toma las decisiones. Esperemos que con Herrera consigamos el objetivo que todos queremos. Es la gran ilusión.
¿Le sorprendió el despido con la UD en puestos de promoción?
Un poco sí, son decisiones que toma la gente de arriba. Se decidió y afrontamos el futuro con calma. Trabajamos a muerte con Paco.
La entidad y su presidente Ramírez suspiran por abonar su cláusula y que sea un activo en propiedad de la UD [la operación costaría 10 millones]. Pero va ligada al ascenso. ¿Le gustaría?
Hay que lograr el ascenso; y una vez conquistado, me gustaría seguir. Soy feliz. Es un sitio idílico para vivir. El trato con los compañeros es cordial. Todo dependerá de las opciones de subir. Lo tengo en mi cabeza, jugar en Primera y de amarillo.
La UD le ha puesto en el candelero. Ahora es seguido por equipos de Primera como el Sevilla.
De donde salí fue del Valencia.
Pero el ser un artillero con minutos, goles y ese esplendor de killer de área llegó con la UD.
Las Palmas apostó fuerte por mí. De ahí mi intención de fichar, tenía otras opciones pero me decanté por el amarillo. Me cautivó el interés, su empeño... Lo que me comenta de que el presidente piense en comprarme en noviembre también me motiva. Hay que ir paso a paso hacia la conquista del objetivo. Lo hacemos conscientes de la presión.
Subir directo obliga a ganar 20 de los 27 partidos que restan.
Es una Liga muy competitiva, todo puede cambiar en una jornada. Llega el punto de inflexión.
¿Qué resalta de Rubén Castro? ¿Hay sintonía con el Moña?
La relación crece. Comentamos cosas del ámbito personal y en el césped nos entendemos. Somos compañeros, pero debemos acoplarnos. Hablan del proyecto, pero éste es nuevo. Las contrataciones se tienen que asentar en el césped.
¿Penaliza aún el acople de las 17 contrataciones?
Es un gran cambio, conforme pasen las semanas nos entenderemos mejor todos. Incluso con Araujo.
El gol ante el Málaga. ¿Es su mejor momento de amarillo?
Me quedo con todos. Los goles valen para sumar. Espero marcar el del ascenso. Sería mi preferido.
¿Y si marca al Tenerife?
Aún restan tres jornadas para el derbi. Nos centramos en el Oviedo.
Nunca jugaría en el bloque chicharrero...
¿Jugar en el Tenerife? Soy amarillo. Del resto, no entiendo.
