Entre los cambios que prepara Paco Herrera en busca de la reacción del equipo tras el varapalo sufrido en su redebut en Cádiz (4-1) está la disolución del tridente de ataque formado por Rubén Castro, Sergio Araujo y Rafa Mir. Este último sería el sacrificado, como ya lo fue en el Ramón de Carranza -fue sustituido en el descanso-. Durante el entrenamiento de ayer en El Hornillo el técnico probó con el Chino y el Moña en la punta de ataque.

A falta de la última sesión de trabajo, prevista para esta tarde en el Estadio de Gran Canaria, el catalán parece tener claro que una de las vías de mejora de la UD pasa por destruir ese trío y buscar más equilibrio mediante la inclusión de otro centrocampista, que en este caso actuaría por la banda derecha. El preparador quiere tapar el agujero que los amarillos tuvieron por ese lado, donde el murciano, fuera de posición, se vio superado tanto en defensa como en ataque.

Su ausencia implicaría dejar en el banquillo al segundo máximo goleador del equipo, con cuatro tantos -Rubén suma ocho-, pero, a cambio, la UD ganaría en solidez, algo que ha perdido en los dos últimos encuentros -seis goles encajados, dos frente al Granada y cuatro ante el Cádiz-. Entre las conclusiones que Herrera sacó de la cita andaluza, esas que no quiso desvelar, parece estar, de acuerdo con las sesiones de trabajo, la destrucción del tridente.

Cuatro goles en el banquillo

El preparador amarillo quiso agradar en su regreso con la inclusión de Rubén, Araujo y Mir más Tana, algo que el extécnico Manolo Jiménez había dicho que era poco menos que imposible por el desequilibrio que eso generaría en el equipo. Le salió mal. La alineación de esos cuatro futbolistas implicó que dos de ellos tuvieran que jugar fuera de su posición natural -Tana por la izquierda y Mir por la derecha- y que la UD, lejos de mejorar sus prestaciones ofensivas, empeorara las defensivas.

Por eso Herrera prevé incluir a Fidel Chaves, desaparecido de las formaciones en los últimos tiempos, en la banda derecha. Según el ensayo de ayer, el onubense volvería al once después de seis partidos -su última titularidad fue en Almería- en los que únicamente sumó 24 minutos de juego. Con él, el técnico, de entrada, busca un jugador acostumbrado a jugar en la banda, además de un socio para Rubén y un lanzador de excepción para las jugadas a balón parado.

Junto a Fidel, Diego Parras participó en ese lado del campo, por lo que la duda sobre quién será el sustituto del sancionado Álvaro Lemos en el lateral parece estar resuelta con la alineación del canterano, que disputaría sus primeros minutos en LaLiga 1|2|3. El grancanario, que sólo disputó el partido de Copa del Rey ante el Rayo Majadahonda, es el sustituto natural del gallego, pero su poca participación y su nula experiencia ha hecho especular durante la semana con una nueva suplencia para él.

Pero las dudas parecen haberse disipado con la probatura de Herrera con David García, el otro candidato a ocupar el lateral derecho, en el centro de la defensa. El de Maspalomas, salvo contratiempo, volverá a ser la pareja de Juan Cala una vez recuperado de su lesión muscular.