El águila Birra marca el nuevo horizonte de la UD Las Palmas de Paco Herrera. Llega la hora de la verdad. Instinto de depredador. Insaciable, glamourosa, imperial y lista para el combate en el verde. Esta especie -águila harris- fue criada en el desierto de México y en el del Colorado (Estados Unidos). Espanta el vuelo depresivo de las palomas y limpia el partenón de Gran Canaria. Braulio Perdomo es el cetrero y esta mañana mantuvo una conversación con el estratega amarillo. El vínculo del águila imperial. Unos minutos después, de mostrar la pieza en la Naciente, Herrera confirmó que parte con la premisa de "ahuyentar los fantasmas". Lo hará presionando la salida de balón del CD Lugo y besando la posesión. El estratega catalán -65 años y arquitecto del último ascenso- muestra sus cartas.

Habló sin tapujos del mercado invernal. "Salvo en una posición concreta, en la que no tengamos a nadie, tiraré del filial". Patenta la llegada de los nuevos 'Roques' y 'Simones'. Confirma la recuperación de Galarreta -alegre y pieza fantasiosa ante el Oviedo-, y tras ser cuestionado por el talante industrial de Javi Castellano y Timor, matiza que "es lo que tenemos". Esperará por Gaby Peñalba, "ya podría estar desde la próxima semana", e insiste "en perderle miedo a la pelota". El GPS del águila evoca a la segunda parte ante el Real Oviedo. En ese tramo, la UD fue valiente y llevó la iniciativa. Algo de esperanza tras la hecatombe ante el Cádiz en el Ramón de Carranza.

Elementos visibles para la revolución silenciosa

Elementos visibles para la revolución silenciosa Un equipo reconocible. Herrera "para bien o para mal" que la UD deje su firma en el Ángel Carro de Lugo. "No puedo pedir tiempo para mí (...) Falta más fútbol, más llegadas". Además, incorpora matices tácticos a su dibujo inicial de 4-3-3 -Javi, Timor y Mesa en la medular; con Tana, Rubén y Araujo en punta-. "Estamos cambiando, van apareciendo cosas", asegura en relación a la opción de recurrir a los cohetes Blum y Fidel Chaves. "Necesitamos tres victorias, un buen regalo para las fiestas de Navidad". Descarten un sello temeroso ante el CD Lugo de Monteagudo, que fundamente su propuesta ofensiva en el desplazamiento en largo. Guiño a la edad de seda de Setién: "Pelota, pelota, pelota...". Pero sobre todo, la necesidad de recurrir al trabajo mental: "Tenemos que cambiar el chip, convencernos de que somos capaces (...) La cultura de este equipo es la posesión".

Presión la del albañil que debe mantener a su familia. Herrera desecha que un jugador de su plantel asuma el reto de dinamitar la gran catarsis con pánico al cuero. "Me resulta difícil pensar que tengan miedo al balón (...) Sumaremos a medida que pasen las semanas. No es el milagro de los panes y los peces. El trabajo de grupo, el apretar más arriba (...) Todo irá apareciendo poco a poco".

Criterio y un gen explosivo. Dominar los partidos desde la posesión y no conceder más regalos. Coto a las concesiones macabras de la era costalera. "Si ganamos los tres próximos encuentros [ante Lugo, Tenerife y Córdoba] sería la leche. Nos iríamos contentos de vacaciones. Para que eso se dé tenemos que mejorar en todos esos pequeños aspectos que he comentado. Necesitamos pases sencillos. Con esas tres victorias se acabarían todos los fantasmas. Volveríamos de vacaciones con una confianza tremenda".

El vuelo imperial del arquitecto del mágico 21-J. Herrera se va de caza. "Estoy pidiendo a los jugadores cosas distintas; deben sumar los pequeños detalles. Quiero un equipo más ambicioso". Aguarda Lugo, una plaza para el resurgir del águila. Desde las alturas, el estratega diseña su plan. Una victoria en las últimas diez jornadas ilustran la depresión. No cabe otra presa que la victoria.