Tablas, drama y bostezos en la antesala del derbi. El Tenerife sigue en la UVI. Y pierde a Naranjo por sanción, de cara al pulso del domingo 16 de diciembre en el Gran Canaria. Tenerife y Extremadura empataron un insulso encuentro (0-0), que no satisfizo a ninguno de los dos contendientes, al menos en la tabla clasificatoria, puesto que deja a ambos a escasa distancia del intranquilo pozo del descenso.

La búsqueda de un reanimador triunfo con el que asentarse en la zona tranquila de la tabla exigía a uno y otro contendiente inicialmente una decidida apuesta, pero fueron los tinerfeños los que más perseveraron, de ahí que Luis Milla, a los tres minutos, ya tanteará al meta rival con un disparo raso lejano.

Ante la reiteración de acometidas por parte tinerfeña, sobre todos por las dos bandas, los extremeños optaron sobre todo por ejercer un preciso control del balón, sobre todo para impacientar a su rival, pero no sólo lo consiguió sino que, además, estuvo cerca de marcar.

Un córner lanzado desde la derecha por Kike Márquez lo cabeceó con precisión Zarfino en el segundo palo y Suso, bajo el larguero, evitó que el balón entrara en la portería local, acción que refrendó aún más ya la manifiesta supremacía, al menos en la posesión del balón, del cuadro visitante. Fue insultante.

En una de las pocas acciones que el equipo local pudo zafarse del asedio al que le tenía sometido su rival, Montañés, en el 34', probó fortuna con un disparo seco, pero el balón se fue finalmente al lateral izquierdo de la meta de Álvaro Fernández.

Tras la reanudación el cuadro extremeño pudo abrir el marcador a los dos minutos, cuando Olabe puso en un serio brete a Dani, con un remate en el borde del área.

Intercambio de golpes

Esta prematura tentativa dio paso a una larga fase de impotencia. Salvo en la recta final en la que Willy, desde un lateral, trató de sorprender a Dani. Nano, en la prolongación ya, remató a placer un centro de Malbasic, pero una oportuna intervención de Álvaro evitó el tanto del ariete tinerfeño, además de permitir que su equipo añadiese un nuevo punto a su casillero que, al menos, le permite cierto respiro en la tabla. Un punto que no saca de pobre a un Tenerife depresivo. Y pierde a Naranjo para el clásico.