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El culebrón del 'Chino'

UD Las Palmas-Sergio Araujo: un divorcio de conveniencia

El club prefiere vender al jugador ahora para sacar una mayor tajada por él. Pide 23 millones. Los chinos, los únicos que pueden pagar. El argentino no pondrá pegas a su salida

Sergio Araujo (izquierda), junto a Aythami Artiles, durante el entrenamiento del miércoles en El Hornillo. Yaiza Socorro

La UD Las Palmas quiere vender a Sergio Araujo. Se trata, por tanto, de un divorcio de conveniencia que podría acabar, según lo previsto por ambas partes, con el delantero en el fútbol chino. No hay prisa, pues el mercado de fichajes de la Superliga del país asiático concluye en febrero.

Por un lado, el club prefiere traspasar al futbolista ahora, cuando su valor es mucho mayor del que tendría el próximo verano en el caso de que el equipo no consiga el ascenso. La explicación es sencilla: en esa eventualidad, la UD tendría un menor límite salarial el próximo curso y se vería obligada a desprenderse de alguno de los futbolistas que más cobran en la plantilla -el Chino es el que más-, y esa necesidad, en consecuencia, la aprovecharían los clubes interesados en el jugador para ofrecer menos por él.

En la oficinas de Siete Palmas empiezan a asumir que el regreso a la Primera División está cada vez más difícil y prefieren no correr riesgos y desprenderse del argentino lo antes posible. Si no lo ha hecho todavía es porque ninguno de los clubes que quieren hacerse con los servicios de Araujo ha puesto sobre la mesa la cantidad que pide la UD por él: 23 millones de euros.

Sin embargo, en la entidad amarilla están convencidos de que el equipo chino acabará por pagar -si no esa cifra, ninguna por debajo de los 20 kilos- y que el jugador, al que también le ofrecen varios millones más, se irá a jugar al gigante asiático. Todas las partes son conscientes de que si hay alguien puede alcanzar esos números, ese es un club del país asiático.

Otro de los motivos por los que Las Palmas quiere vender ya a Araujo y, por tanto, obtener más beneficio del que podría lograr al final de temporada, es que, ante cualquier posible traspaso, tendría que pagar al Boca Juniors, entidad de la que procede el Chino, un 20% de la cantidad del mismo. Cuanto más baja sea, menos dinero entrará a las arcas amarillas.

Oferta del AEK y de Turquía

Araujo, por su parte, no tiene ningún inconveniente en salir. Se pondrá a disposición del club no sólo porque no contempla un posible escenario con él en el equipo a sabiendas de que el club quiere venderle, sino también porque vería aumentados sus emolumentos de manera ostensible, a pesar de que todavía no tiene una oferta en firme, aunque la espera.

El que más interés ha mostrado por el delantero es su antiguo equipo, el AEK Atenas, sin embargo, sólo ofreció 5 millones. Incluso, pidió la cesión del jugador, pero ambas propuestas fueron rechazadas por la UD. La última novia que le salió a Araujo fue un club de la Liga turca, pero esa opción tampoco fructificó: cuando el argentino respondió que la entidad amarilla pide 23 kilos por él, no recibió respuesta.

Así las cosas, el destino más viable para el delantero es la Liga china, que paga cantidades de dinero mayores que las europeas por jugadores de nivel medio. Cabe recordar que el año pasado Jonathan Viera ya emigró al gigante asiático en febrero, en un traspaso cuyas cifras no se hicieron públicas, pero que rondaron los 12 millones.

Mientras, el Chino, que entrena con normalidad junto al resto de sus compañeros, ha perdido la titularidad en los últimos partidos. En medio del entuerto sobre su más que posible marcha a China, el argentino regresó de sus vacaciones navideñas casi dos semanas tarde por culpa de un problema burocrático, lo que le relegó al banquillo frente al Osasuna y, toda vez que el resultado fue positivo (4-1), también contra el Nàstic.

Lo normal, dado el escaso bagaje ofensivo del equipo el domingo pasado frente al colista, sería que Araujo saliera de inicio ante el Real Zaragoza -lunes, 19.00 horas- como revulsivo para el ataque, sin embargo, no se descarta que vuelva a ser suplente. En las últimas semanas al argentino se le ve como ausente, aislado del resto tanto en los entrenamientos como en las concentraciones, lo que no quiere decir que haya bajado un ápice su intensidad en los entrenamientos ni en los partidos.

Araujo tiene la certeza de que el club quiere venderle ahora para sacar un mayor rédito económico que el que obtendría a final de curso en el caso de que la UD no consiga el ascenso, posibilidad que, vista la trayectoria del equipo, han asumido en las oficinas de Siete Palmas desde hace semanas.

Al Chino no le importaría quedarse hasta final de campaña -renovó su contrato hasta 2023 el verano pasado-, pero no pondrá problemas y también ve con buenos ojos su posible salida, por su aumento de salario y por evitar estar donde no le quiere. En definitiva, es un divorcio de conveniencia.

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