Mirar al pasado siempre produce cierta nostalgia. Cuando el Extremadura anunció el fichaje de su tercer técnico de la temporada, Almendralejo volvió a sus mejores días. Vio a Manuel marcando goles de nuevo, como nadie lo ha hecho jamás en el Francisco de la Hera. Trece temporadas en el club azulgrana en sus tres etapas en Almendralejo, con 483 partidos defendiendo un escudo que le dio todo, y 109 goles bajo su firma.

A él se rinde ahora el Extremadura UD en la búsqueda de la salvación de LaLiga 123, la categoría de plata del fútbol español a la que el cuadro pacense regresó el pasado verano. No quiere el Extremadura que su vuelta al fútbol profesional sea un paso efímero y para ello pone su fe en uno de los personajes más trascendentales de la historia del club.

Manuel, que también pasó por las filas de otro clásico de los 90 como la SD Compostela, se integró en los banquillos tras su retirada. Dirigió a equipos de su Galicia natal como el Laracha o el Cerceda, además de haber sido director técnico de la Escuela de Entrenadores de la Federación Gallega de Fútbol. En el club referencia de su ciudad, el Deportivo de La Coruña, encontró un hueco en su organigrama deportivo, donde llegó a dirigir al fial, el Fabril. Manuel seguía en el Dépor enrolado en la secretaría técnica cuando recibió la llamada del Extremadura. El director deportivo blanquiazul, Carmelo del Pozo, le abrió la puerta para volver a casa.

Ahora Manuel tiene por delante la difícil tarea de salvar al Extremadura. Con la carta de despido ya salieron de Almendralejo dos técnicos: Salas y Rodri. Volver a encandilar al Extremadura es la tarea de Manuel y eso empieza por asaltar el Gran Canaria.