La sentencia de Paco Herrera. Un despido cantado. El fin del 'herrerismo ilustrado'. Más fe que victorias. La condena del arquitecto del mágico 21-J de 2015. Francisco Herrera Lorenzo conoce hoy que deja de formar parte del proyecto amarillo. El estratega de la UD será despedido como máximo responsable técnico tras el empate (1-1) cosechado ante el Extremadura en el Gran Canaria.

"Sí o sí", aseguran desde la planta noble del club.Se trataría del segundo despido tras el acontecido con Jiménez, el 17 de noviembre. El presidente, Miguel Ángel Ramírez, en el extranjero por motivos profesionales, confirmó a este medio la decisión final.

A Herrera, de 65 años y 457 encuentros en Segunda, le traicionan los números. Con dos victorias, siete igualadas y cuatro derrotas tras trece partidos, tomó el equipo en la sexta plaza y lo deja en el undécimo puesto. Son 107 días bajo la dictadura de las tinieblas. Si se suma el triunfo en los despachos con el expulsado Reus (0-1), en la clasificación virtual de esas catorce batallas, dejaría a la UD en la 14ª plaza con 16 puntos, tres victorias, siete empates y cuatro derrotas -trece goles a favor y dieciocho en contra-.

Cabe reseñar que sería la segunda ocasión que Herrera es cesado en el banquillo isleño, ya que el anterior capítulo tuvo lugar el 18 de octubre de 2015, tras sucumbir Las Palmas (4-0) ante el Getafe en la disputa de la octava jornada en Primera. Con la segunda plantilla más cara de la categoría, Herrera solo batió a Osasuna (4-1) y Sporting (1-0).

El último desliz en el Municipal de Santo Domingo ante el Alcorcón (1-0), el 23 de febrero, dejó al catalán contra las cuerdas. Ratificado en el mismo escenario madrileño, la última bala pasaba por triturar a un moribundo Extremadura. El tanto de Rubén, que selló el empate, fue un botín escaso, para un proyecto que sigue tambaleándose en el silencio. La clemencia del presidente Miguel Ángel Ramírez Alonso le permitió sentarse ayer en el banquillo, pero el empate (el 14º del curso), deja al Paco Herrera sin coartadas.

Tras la no renovación de Quique Setién -marzo de 2017-, por el banquillo de la UD han desfilado Manolo Márquez, Pako Ayestarán, Paquito Ortiz, Paco Jémez, Manolo Jiménez y el citado Herrera. Llegaría el séptimo estratega, cuando restan catorce partidos para el final del campeonato. Con 38 puntos, la UD está a 27 de la marca del playoff -los famosos 64 y 65-, por lo que precisa nueve triunfos. La remontada histórica busca timonero. La secretaría técnica anunciará en las próximas horas el cambio de ciclo.

Precisión y discurso

Precisión y discurso

Herrera es víctima de la falta de definición y de un discurso de cartón. Tardó seis partidos en patentar una idea táctica, el 4-1-4-1 con Gaby Peñalba como pieza fundamental y de equilibrio, y no encontró acomodo al tridente atómico (Rubén, Mir y Sergio Araujo). Se enredó con los fichajes -primero no quería altas invernales,y luego aparecieron Aythami Artiles y Srnic- y su apuesta por la cantera fue muy artificial. Solo Eric Curbelo, que subió del conjunto de Segunda B, aportó algo de ADN tropical a un proyecto con marcado acento peninsular.

Ante el Alcorcón, la UD formó con un once inicial sin canarios. Y anoche, ante el Extremadura, solo figuró de titular Rubén. Un arsenal de caviar y millones (19,2 'kilos') se ha convertido en la tumba del técnico mágico del 2015. Sin la opción de hacer una pretemporada,a contrarreloj, y con la compañía de Ángel Rodríguez -ayer fue expulsado-, Herrera falla el tiro. La apuesta del sentimiento deja al galeón amarillo en la undécima plaza.

Gustan Pepe Mel y Míchel como alternativas, así como también se valora la apuesta por Juan Carlos Valerón. Las próximas horas serán cruciales en el que será el tercer inquilino en el banquillo isleño en este curso. La UD retoma el próximo martes -desde las 18.00 horas- el trabajo en el estadio de Gran Canaria. El domingo, toca visitar al Dépor, en la disputa de la 29ª jornada del campeonato liguero.