Pepe Mel toma el protagonismo. El nuevo entrenador de la UD Las Palmas delata su sello. Tras un primer entrenamiento el martes que le sirvió para dar cariño a los futbolistas y mirar más que hablar, ayer el preparador amarillo apartó la observación, dio un paso al frente y tomó la palabra para dejar bien claro a los suyos que quiere un equipo ofensivo, de ataque. Ya lo advirtió en su presentación: "En los 14 partidos que quedan hay que ser más atrevidos, valientes... Lo que vamos a proponer es imprimir un ritmo más".

Ese consigna, precisamente, fue la que trató de inculcar a los jugadores en la doble sesión de trabajo de ayer. El madrileño no quiere -ni puede- perder el tiempo porque simplemente se le agota. Si existe alguna posibilidad de lograr el reto casi imposible de alcanzar los puestos de playoff pasa por cambiar el rumbo de la UD de inmediato, es decir, en el próximo partido, el domingo (19.00 horas, LaLiga 123 TV/TVC) en Riazor frente al Deportivo de La Coruña, el último club al que dirigió.

Mel dedicó la totalidad del entrenamiento matutino en El Hornillo a ensayar jugadas de ataque. El técnico se mostró siempre muy participativo y reunió a los futbolistas en torno a su figura en numerosas ocasiones para darles indicaciones y corregir errores, un método poco habitual tanto en Paco Herrera como en Manolo Jiménez.

El madrileño no aclaró el equipo titular que tiene en mente sacar en tierras gallegas, pero si reveló, por lo menos por lo ensayado ayer, el sistema de juego que empleará: el 4-4-2. Con ese dibujo dispuso un ejercicio en el que 11 jugadores atacaban la portería de uno de los guardametas, sin defensa rival.

En el primer bloque formaron Lemos, Deivid, Mantovani y Dani Castellano en la defensa; Ruiz de Galarreta y Timor en el doble pivote; Momo y Blum en las bandas; y Araujo y Pekhart en la delantera. En el segundo lo hicieron Curbelo, David García, Aythami -turnándose con Cala, que no podrá jugar en Riazor por sanción- y De la Bella en la retaguardia; Javi Castellano (turnándose con Peñalba) y Maikel en la creación; Srnic y Fidel en las alas; y Rafa Mir -sancionado- y Rubén Castro en la punta.

Ya por la tarde, en el Estadio de Gran Canaria, el capitalino diseñó un tercer equipo formado por Lemos, Mantovani, Cala y Dani Castellano en la defensa; Maikel y Ruiz de Galarreta en el doble pivote; Momo y Blum en las bandas; y Araujo y Pekhart en el ataque.

La tarea consistía en iniciar la jugada desde la defensa, situada en el centro del campo y acabarla con un remate de alguno de los delanteros. Mel hizo especial hincapié en las acciones en las que el equipo recuperaba el balón en el campo rival. Su consigna, clara: verticalidad total y absoluta para aprovechar el error ajeno.

El técnico quiso dejar claro a sus jugadores que si el equipo roba el esférico no debe tocar atrás para empezar una nueva jugada, porque eso permitiría al rival reorganizarse defensivamente, sino ir lo más rápido posible en busca del gol, para lo que recetó la apertura a las bandas y la caída atrás de uno de los dos atacantes.

"Bienvenidos a la Segunda División", sentenció el preparador para explicar que esa forma de actuar es la adecuada en una categoría como la de plata, en la que las ocasiones de gol escasean. Instaurados el sistema de juego y las primeras nociones, Mel buscará perfilar su once para enfrentarse al Dépor en los tres entrenamientos que quedan antes de la cita en La Coruña.

Lo que parece una evidencia es que la idea de Mel es jugar con dos delanteros, tal y como lo hizo cuando logró sus dos ascensos con el Real Betis (2010-11 y 2014-15). En ambos casos su dupla de ataque la formaban Jorge Molina y Rubén Castro, al que vuelve a tener en su plantilla.

El isletero, máximo goleador de la UD esta temporada, con 11 tantos -uno de penalti-, ha conseguido 121 goles en siete temporadas bajo las órdenes del técnico madrileño, quien le considera la piedra angular de su equipo en la búsqueda del milagro de alcanzar la promoción en junio. Toda vez que Rafa Mir está sancionado por acumulación de amonestaciones, Sergio Araujo, ausente en el último partido por el mismo motivo, es el candidato principal para ser su acompañante en Riazor.

Por lo demás, el nuevo entrenador deberá elegir entre Aythami, Deivid y David García al sustituto del también sancionado Juan Cala, y, en función del dibujo que ha probado, tendrá que descartar a uno de los tres centrocampistas indiscutibles para Paco Herrera: Peñalba, Ruiz de Galarreta y Timor. En cualquier caso, lo que parece que no se discute es el nuevo estilo: el ataque por bandera.