El encaje de Rocco y los daños colaterales. La contratación del ejecutivo italiano, que llega a la Isla avalado por su ciclo en el AC Milán de la Serie A, deja tocado a Toni Otero. El secretario técnico gallego se comprometió con la UD el pasado 22 de mayo. Su vínculo contractual termina en junio y su continuidad depende de Rocco.

El poder total en la toma de decisiones pasa de Otero a Maiorino. El nuevo amanecer en búsqueda de la ilusión. En relación a Tonono, director de Formación, en un principio seguirá en el cargo.

Tras el deshonroso final de la 'era Emenike' -descenso y desastre con contrataciones como las de Ayestarán-, Toni Cruz hizo la maleta y puso fin, el 19 de mayo de 2018, a siete años como director deportivo. Luis Helguera -exsecretario técnico- también dejó el cargo al final de la 2017-18.

Desde la planta noble de la UD se aprecia la dedicación y esmero de Otero, que lideró la reconstrucción con más de veinte fichajes y una inversión, según estima la Liga, de 19,2 'kilos'. Rocco Maiorino impondrá su hoja de ruta y el ciclo de Toni Otero se agota en la UD.

Poder de decisión y pancartas

El fichaje de Rocco abre un nuevo escenario. ¿Cómo será la nueva política? La ley de Maiorino. El terremoto de los despachos llega 48 horas después del pulso entre el presidente Miguel Ángel Ramírez y la Federación de Peñas. Un escrito firmado de los peñistas, con diez puntos, frenó la rebelión. "Desde la nave amarilla estamos a la espera del visto bueno de los peñistas al fichaje de Rocco", aseguran desde la cúpula con tintes jocosos. Estalla la regeneración.