La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La contracrónica / Oviedo-UD

La venganza de Deivid y la furia como bandera

El zaguero, tras su reciente paternidad, lidera el rigor defensivo de la UD bajo el diluvio

Deivid trata de taponar un tiro de Joselu. LFP.es

Punto de fe. Aferrados a la calculadora del barro. Morir bajo el diluvio en el latifundio de la sidra. La integridad del escudo. Misil de Mir y Champagne emuló a Arconada -el mismo fotograma que en la final de la Eurocopa de 1984 en el Parque de los Príncipes de París-. El meta del Real Oviedo se tragó el cuero y sepultó la maldición amarilla del minuto 90. Liberación y el nuevo libro de estilo. "El tanto mantiene viva la llama de la ilusión", pregonó Mel en el corazón del Carlos Tartiere tras un (1-1) de furia. En el ciclo del novelista, la UD conquistó Riazor (0-1), sufrió un bofetón macabro en Los Cármenes ante el Granada (1-1), en el 90', y sale excitada del Tartiere (1-1). Jamás vende su alma.

El punto, a efectos clasificatorios, no evidencia un salto cualitativo. No vale para nada. La sexta plaza de la promoción de ascenso está a once unidades cuando restan nueve jornadas para el final „27 puntos en litigio„. Pero marca el camino. Con el corazón en un puño, la UD tuvo la victoria en el último cuarto de hora. Remate de Alberto de la Bella, acaricia el esférico Deivid y suda el Oviedo.

En el 81', Ibra aprovechó un error en la salida de Raúl Fernández para firmar el 1-0. Hay falta previa a Aythami Artiles. Protagonismo democrático. Todos serán importantes en el ciclo Mel, que ya toma nota en relación a la próxima campaña. Bajo el diluvio, el zaguero Deivid estrelló el cuero en la madera y firmó su mejor partido tras llegar el pasado verano bajo un manto de polémica. Respaldado por Aythami Artiles, los marcadore centrales cumplieron a la perfección. Dejaron en anécdota la ausencia por sanción de Juan Cala. No hay favoritos ni distinguidos en el reino de Mel.

Deivid no lo ha tenido fácil. En la semana que estrena paternidad, se las tuvo que ver Joselu, Saúl Berjón, Bárcenas y Toché. El ex del Córdoba dominó la escena, y el ambiente inglés de un choque de titanes en la otra Irlanda. Agua, barro, coraje, testiculina...

De la seda de Setién a la adrenalina de Mel. De los galácticos a los jornaleros. Deivid, Aythami, De la Bella y Eric Curbelo estuvieron notables. Desde la retaguardia y el contacto físico se fundamentó la épica de Mir. Empatar de esta manera vale para anunciar a los cuatro vientos el compromiso de la UD de Pepe Mel. 23 faltas (11 de la UD), tres tarjetas, 19 remates... Aquí no se rinde ni Dios.Con un 53% de posesión de balón, el cuadro grancanario salió airoso de los primeros 20 minutos sanguinarios del Real Oviedo. El cuadro de Anquela se jugaba la vida y su crédito como candidato al ascenso.

La UD parecía desahuciada. Momo era frenado una y otra vez de forma ilegal. Timor latía sin brújula y Galarreta escondía el balón como un trilero. Todo acontecía gracias a las cabalgadas de Álvaro Lemos, que firmó su mejor partido de verde legionario „la equipación en el Principado„.

El bloque ovetense ha ganado un partido de los últimos siete. Con el zarpazo diabólico de Ibra se daba por cerrado un duelo de impacto estratégico para los asturianos. Pero Mel ha logrado inyectar una vitamina mágica. La pócima de los invencibles. La UD no abdicó, no se puso de rodillas.

Sin la pólvora del Moña

El mérito del cuadro grancanario reside en besar la entrega en la fase más crítica. En los cinco partidos de Mel, Rubén Castro sigue sin marcar. Se esfuma el playoff, pero este plantel millonario sí luce apetito. Y amor propio. Por ahí empieza la nueva era."Hay que meter pierna; quiero que ante el Cádiz juguemos de esta manera. No queda otra". Palabra de Mel.

Es la venganza de Deivid. Criticado su fichaje hasta la extenuación, el pasado julio, dejó destellos de consistencia y se gana el perdón en un escenario de arenas movedizas. Junto a Aythami Artiles, otra diana del rencor, esta dupla cautiva cuando late al filo del abismo. A once puntos de la sexta plaza, hay un desafío más importante. Limpiar el escudo y dejarse los pulmones en cada esquina.

Compartir el artículo

stats