Cuando Danny Blum se marchó a Alemania para recuperarse de la microrrotura en el gemelo derecho que sufrió durante el partido frente al Mallorca el pasado 17 de marzo, la previsión era que, nada más regresar, se incorporara al grupo, porque se suponía que habría superado de manera satisfactoria la primera parte de su recuperación, sin embargo, el extremo llegó la semana pasada y todavía sigue al margen.

El club, incluso, ya adelantó en una nota que el alemán causará bajar para el partido del domingo contra el Cádiz (19.00 horas, LaLiga 1|2|3 TV), por lo que se espera que tampoco entrene junto al resto de sus compañeros hoy, cuando el equipo regresa al trabajo en El Hornillo.

No es la primera vez que Blum se marcha a su país para tratarse una lesión. Ya lo hizo después de padecer un rotura total en el gemelo de la otra pierna, la izquierda, durante la primera parte del parte ante el Córdoba el pasado 22 de diciembre.

Entonces, Blum, que además tenía pensado estar en Alemania por el parón de Navidad, se puso en manos de los recuperadores del Eintracht de Fráncfort, su club de origen, y estuvo casi un mes fuera de Gran Canaria. A su vuelta, trabajó una semana al margen del grupo y luego ya estuvo disponible para Paco Herrera -ante el Zaragoza-.

Promete compromiso

Cabe recordar que el técnico catalán mantuvo una charla con él a su regreso de Alemania, para tratar su futuro. En la misma, que tuvo lugar días antes de que el equipo se marchara a una miniconcentración en El Saler, el extremo le aseguró que quería quedarse y le prometió compromiso.

Desde entonces, Blum jugó los siguientes cuatro partidos con Herrera desde el inicio y luego, con la llegada de Pepe Mel, también fue titular en Riazor, pero recaló en el banquillo ante el Mallorca. Nadie se percató de su lesión. Según el técnico, el alemán le dijo que fue nada más entrar.