"No me lo llevo de Semana Santa o de adorno". La citación de Toni Segura sirvió a Mel para reflexionar sobre el rol de la base. "Si la UD no abre la puerta a la cantera, moriría en sí misma". Justifica el descarte de Maikel Mesa, que sigue sin convencer al madrileño. "Está en el camino, pero no le da".

Exige "dejar buen sabor de boca" en este último arreón de nueve jornadas. En relación a su futuro, confirma el notable grado de complicidad con el presidente de la entidad Miguel Ángel Ramírez y el director deportivo Rocco Marioni. "Me presentan lo que anhelan para el futuro. Para mí es muy importante la gente joven y la propia sangre del club. En ese futuro, estamos en la misma sintonía".

Pide a Segura "soluciones para un jugador que actúe entre líneas. Ese espacio tenemos que rellenarlo con nuestra gente.Debemos estar atentos porque tienen velocidad. Necesitan pocos pases".

Se le cuestionó a qué justificaba la poca presencia de Segura con Juan Manuel Rodríguez en el filial. "No soy quién para contestar a eso. Ya sabía que me harían esta cuestión. Soy el entrenador del primer equipo, entrena conmigo y digo: '¡pero coño, si es bueno!'. Lo demás, al señor Rocco".

Etiqueta de "frustrante" encadenar dos partidos en el Gran Canaria sin ganar. Confirma la titularidad de Curbelo y Lemos. Deja el interrogante de repetir con Deivid y Aythami, así como jugar con Mir y Rubén de entrada. "Eric es un defensor brillante y tiene velocidad. Sabe leer el juego. Nos saca de problemas por su potencia y colocación. Lemos nos da desborde (...) Debemos pensar en el juego parado del Cádiz que tiene gente alta y buena. Hay que decidir entre David García o Deivid".

Cero excusas

Sobre si recurre a pinchar el amor propio de los jugadores, como herramienta motivacional, recuerda que "hablando de actitudes,el primer tiempo del Elche me mató en lo personal (...) Tenemos que hacer lo de Oviedo: igualar la intensidad del Cádiz". No pone excusas a la delicada situación deportiva."Si grabase las conversaciones que tengo con los jugadores o la charla del descanso contra el Elche, los futbolistas admiten lo que les digo. La clasificación no miente. Esto es muy largo y cada uno está donde debe estar". No se rinde: "Nuestra misión es que todo cambie. Ante nuestra gente debemos demostrar que sí queremos". Miró al tendido, y reconoció ver "caras de incredulidad. Es difícil, pero lucharemos". Contra todos los elementos, incluido el silencio „solo había cinco periodistas„, Mel busca la hazaña del siglo.