Un nuevo contratiempo. El marcador central Juan Cala, que padece una dolencia muscular, se retiró en el pulso de ayer en el minuto 56 de la contienda tras sentir un pinchazo en la zona del isquiotibial. El propio defensa se manifestaba en su cuenta de la red social Twitter y apostillaba que se encuentra "muy jodido". "Por todo, por la lesión, por la situación... Ahora toca saber el alcance de la rotura en el isquio y empezar a recuperarme. Nunca es grato lesionarse y menos en esta situación", agregó. Con este panorama, Mel debe afrontar la final ante el CD Lugo de este domingo con las ausencias del marcador central y ex del Getafe, así como con las ausencias de Araujo, Blum Raúl Fernández y Momo.

En plena caída libre, y tras sumar únicamente una victoria en las siete jornadas en el ciclo de Pepe Mel, la UD afronta un pulso dramático ante el CD Lugo, que ayer hacía pública la destitución de Alberto Monteagudo como máximo responsable técnico.

El Extremadura, con 36 puntos, ocupa la 19ª plaza y marca el descenso. El bloque extremeño se mide hoy al Dépor de Vicente Gómez y David Simón. Por su parte, el CD Lugo va 18º con 37 unidades. La UD contabiliza 43 y se mantiene en la 13ª plaza de la competición liguera. El conjunto grancanario no está para bromas. Al capital duelo ante los gallegos de este domingo (17.00 horas), cabe sumar el clásico del fútbol canario ante el CD Tenerife, que está fijado para el sábado 4 de mayo y desde las 19.30 horas. La última ocasión que ganó el bloque amarillo en el Heliodoro se remonta a 2001, cuando Mel dirigía a los tinerfeños.

A la baja, con tres entrenadores en un curso catastrófico,una inversión de 19,2 millones y una lista eterna de 19 fichajes, Las Palmas se aferra a la partitura mágica de Mel para evitar el esperpento. El estratega madrileño encadena tres derrotas en el recinto de Siete Palmas. Pero el domingo, en la previa del clásico, solo vale ganar. Está en juego la dignidad de una institución que solo contabiliza tres victorias en este 2019.