Pepe Mel está obligado a cambiar la pareja de centrales para el partido del domingo frente al Lugo (17.00 horas, LaLiga 1|2|3 TV) y cualquiera de las opciones que elija tiene su historia. La lesión de Juan Cala, que de poder jugar algún partido más este curso sería el último -en Soria ante el Numancia-, fuerza al madrileño a elegir a un nuevo acompañante para Aythami Artiles, un fijo -lo ha jugado todo-. Los candidatos son tres: Eric Curbelo, Deivid Rodríguez y David García. Y según la lógica del técnico lo son por este orden.
Si se atiende a la coherencia de Mel, el elegido tendría que ser Curbelo, pero se trataría de una decisión más por necesidad que por convicción. No por las características del jugador, que de hecho es el que más le gusta de los tres, sino porque su traslado al centro significaría romper una combinación que le convence para la banda derecha y que conforman el satauteño en el lateral y Lemos en el extremo.
Sin embargo, pese a esa preferencia el preparador amarillo, en los partidos frente al Cádiz y el Albacete, prefirió destruir la fórmula para la diestra antes que incluir a David García, en el primer caso, y a Deivid, en el segundo.
Cuatro parejas
Y lo hizo después de que ambos futbolistas hubieran tenido su oportunidad. De hecho, el capitán formó en la primera alineación del entrenador en Riazor, junto a Aythami -Cala estaba sancionado y Mantovani iba a marcharse al Huesca a los pocos días-, y repitió el fin de semana siguiente, en casa frente al Mallorca -Cala, incluso, se quedó en la grada-, pero su rendimiento bajó de manera notable en ese segundo encuentro y, desde entonces, no ha vuelto a jugar.
El técnico se ha empeñado en dejar claro desde su llegada que es de la idea de no tocar lo que funciona. Como la UD ganó al Dépor, insistió en la misma pareja de centrales; como luego perdió ante los bermellones (1-2), cambió en busca de un efecto.
En este caso, lo hizo mediante la inclusión del sevillano en Granada (1-1) y contra el Elche (0-1), pero una nueva sanción, esta vez por acumulación de amonestaciones, dio la alternativa a Deivid, que salió de inicio en Oviedo (1-1). El grancanario, al igual que lo hiciera David García en su debut con Mel, cumplió en medio de la piscina en que se convirtió el Carlos Tartiere y volvió a estar en el once ante el Cádiz, pero su partido fue desastroso, hasta tal punto que el entrenador decidió cambiarle al descanso. Por si fuera poco, recibió los pitos del público, que aprovechó el primero de sus múltiples fallos para descargar sobre él un enfado generalizado con todo.
Así que Mel se encuentra ante un problema que resolver en el centro de la defensa, porque cualquiera de las tres opciones que elija tiene su cosa. Deberá meditar lo que prefiere: si romper el dúo Curbelo-Lemos, exponer a Deivid ante el público o apostar por un futbolista al que desterró.
Hasta ahora, el madrileño, en siete partidos al mando y por unas causas u otras, ha utilizado ya cuatro combinaciones de centrales. Ha combinado a Aythami con todos. El martes durante el entrenamiento en el Estadio de Gran Canaria probó con el de Arguineguín y Deivid por un lado y con Curbelo y David García por el otro, pero no es definitivo, toda vez que el preparador suele mezclar bastante a los jugadores titulares y suplentes del fin de semana. Es la encrucijada central.
