Pepe Mel, técnico de la UD Las Palmas, se mostró muy crítico con el colegiado Rubén Ávalos Barrera. No quiso juzgar ninguna acción en concreto, ni siquiera la expulsión por doble amarilla de David Timor, pero con una frase lo dijo todo: "Del árbitro prefiero no hablar porque puedo acabar en comisaría".

Más allá de eso, el madrileño insistió varias veces en que se quedó "contento en el cómputo global". "Desde la primera jugada hemos estado intensos. Desde la primera jugada hemos ido a por el gol, pero nos fuimos 0-0 al descanso (...). El equipo, con 10, le ha metido espíritu, raza. Tendría que haber hecho ocho cambios para que todos hubieran estado frescos. Ellos no tenían nada que perder y se han volcado. Esa pizca de fortuna que han tenido ellos no la hemos tenido nosotros", comentó.

Sin embargo, lanzó un reproche a los suyos, aunque no fue muy claro: "Debemos tener más claridad y exigir más a dos o tres futbolistas. Y otras cosas que prefiero decirlas dentro. Hay que mejorar algunas cosas que nos hacen perder puntos".

La cantera

Mel, además, alabó la actuación de los canteranos Josep Martínez y Cristian Cedrés, que jugaron de inicio por segundo partido consecutivo. "La UD Las Palmas siempre se ha caracterizado por la cantera y yo no voy a ser quien les impida subir. Si es del equipo de la tierra, como Cedrés, mejor (...). Es un buen mensaje para todo el club; futbolistas y entrenadores. No hay nada mejor, ni mejor forma de hacer patrimonio que poner a los chicos cuando llaman a la puerta", señaló el ´técnico de la UD.

Y advirtió de cara a los cinco encuentros que restan para la conclusión del campeonato liguero -tres en casa y dos fuera-: "No les voy a dejar que bajen los brazos. Los mil que han estado en la grada no merecen que ellos decaigan. Debemos hacer las cosas bien en los partidos que quedan y tengo reuniones pendientes con el presidente".